El dique semisumergido de San Andrés ha sido del todo efectivo y ha resistido los episodios violentos del mar que se producían contra la avenida y que llegaban a inundar casas y comercios del pueblo. Así lo aseguró ayer el alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, en respuesta a las preguntas derivadas de las afecciones del mar de fondo que estos días sufren las Islas y que tradicionalmente ponían en jaque a los vecinos y a los servicios de emergencia capitalinos en el ámbito del pueblo costero ante la tan poco deseada hora de la pleamar.

En este caso, mientras que, por ejemplo, en Radazul (El Rosario) el agua se metía en el solarium de la playita, en la vecina isla de Gran Canaria durante varios días el mar de fondo ha inundado la avenida de Arinaga y su playa. En San Andrés esta circunstancia ha pasado casi desapercibida gracias a la construcción del dique exterior de defensa, una infraestructura compuesta por 6.500 bloques de hormigón que se dio por concluida el 16 de mayo de 2016 después de dos años en los que vecinos seguían mirando con temor la subida y el oleaje del mar.

Dos años después, mientras que en distintos puntos de las Islas las inundaciones han sido noticia, la única que sale del pueblo costero es el buen tiempo y las ganas de echarse un chapuzón o un buen condumio.

"Las inundaciones de San Andrés fueron uno de los primeros grandes problemas con los que me encontré cuando accedí a la Alcaldía, en 2011. El día 29 de agosto estuve allí y supe de la gravedad de las inundaciones y la violencia de las mismas. Fue el momento en el que convoqué a una reunión a la Autoridad Portuaria, Costas, Gobierno de Canarias, Cabildo... Y ahí cogí el camino de la actitud colaboradora de Puertos, que fueron al final los que sacaron adelante el proyecto con sus fondos (4,2 millones)", recordó el regidor.

Hoy en día, "el dique de defensa ha cumplido las expectativas, no ha existido ningún problema en San Andrés, mientras que en Arinaga, por poner un ejemplo, sí. Eran puntos en donde tradicionalmente han existido problemas cuando había mar de fondo".

José Manuel Bermúdez mostró claramente cuáles eran sus prioridades del momento "con un mismo objetivo: La seguridad del pueblo. Una de ellas era la construcción del dique de defensa y el otro el encauzamiento del barranco (El Cercado) para duplicar el diámetro de su desembocadura. Y bueno, las dos ya están realizadas y eso era lo principal".

No quiso pasar la oportunidad de recordar que en San Andrés se afrontará un plan de inversiones de forma escalonada y que afectarán "al entorno del Castillo de San Andrés, la mejora de la recogida de pluviales de las calles, el polideportivo... Muchas cosas que vienen después de lo principal, la seguridad", concluyó.