Mediodía. Plaza Isla de La Madera junto al convento de Santo Domin-go. Medio centenar de recreadores de la Gesta -españoles y británicos- montan el campamento, como si fuera fruto de una tregua antes de la batalla de la tarde y cuyo final se conoce desde 1797. Hoy, a las 12:00 horas, en el mismo lugar, las tropas británicas firmarán la capitulación. Bajo un sol de justicia, donde la sombra es el bien más buscado por los uniformados con lana y lino, suena una flauta sobre un ronco tambor. El campamento toma vida.

Entre los habitantes de la Gesta -la de 2018-, la familia Gorostiza. Javier, director de una empresa de vehículos industriales; su hermano Alejandro, graduado social; y sus hijos Eduardo, cámara de televisión, y Mery, periodista. Familia en la vida real que en la recreación son un inglés (Alejandro), un francés de la goleta "La Mutine" (Eduardo), un español (Javier) y la aguadora (Mery). Alejandro fue el culpable del desembarco de los Gorostiza en la Gesta, cuando se "gestaba" el proyecto en 2007 para 2008. "En la mayoría confluye la pasión por la historia y las armas antiguas", donde ha jugado un papel importante el Club de Tiro Frontera. De los casi treinta recreadores pioneros se ha pasado a medio centenar. Elogian la labor de Teodoro Ríos, con la recreación por el bicentenario de 1997, con cañones y barco incluidos, que luego puso en marcha en 2008.

"Lo más importante es vivir la historia", destaca Eduardo. Su padre, Javier, recuerda que hasta las primeras mesas y sillas se las hizo la carpintería del Club Náutico. Presidente de la asociación, siempre que habla tiene palabras de agradecimiento. "Comenzamos sin cañones y ya tenemos dos", añade Eduardo. "Gato" y "Miserable", apunta su hermana, Mery.

En la familia de la Gesta, el letrado Ricardo Sánchez -en la recreación, sargento británico-, y su hijo, Richi, que acaba de superar la EBAU y que comenzó con 8 años siendo tambor. Hoy es teniente del batallón de Canarias y abanderado. Ricardo, padre, reconoce el trabajo de Jonathan Cabrera, recreador histórico profesional desde la fundación. Padre e hijo son miembros del Regimiento Escocés de Astorga y de la Asociación Napoleónica de España, lo que les permite vivir la historia.

Hace tres años se incorporó David Cabrera.Camionero de profesión, vio una representación y se enganchó: "Merece recordar la hazaña y la valentía del pueblo que defendió su tierra; es un acto heroico de un puñado de personas contra todo un ejército", destaca. David le prometió a su hijo Alejandro que si aprobaba lo incorporaba a la asociación. Dicho y hecho. "Cuando me ven mis amigos se quedan alucinando", explica el joven.

Julio Hernández, administrativo, es otro miembro del Club de Tiro Frontera. Técnico deportivo de tiro, demuestra su dominio de la historia: su uniforme corresponde al Batallón de Infantería de Canarias, según la reforma napoleónica de Carlos III. "Aunque bromeemos en algunos momentos, esto es muy serio. Manejamos armas, pólvora..." . Su hijo, Lope, nació el mismo año que comenzó la Gesta (2008). Hoy viste de alférez artillero -"a los hijos de las familias de bien que no iban a heredar se les mandaba al Ejército", precisa-. Con 11 años, Lope acompaña a su padre en la recreación.