En un pleno más bien insulso, fue una intervención vecinal la que puso algo de picante. Begoña Martorell, miembro de la Plataforma Ciudadana de Activismo Animal, recriminó al concejal de Medio Ambiente, Carlos Correa, el "poco interés" mostrado para abordar el control de las colonias de gatos callejeros en la capital.

"Ha sido un año perdido", criticó la voluntaria, que le echó en cara al edil que desconociera el número de felinos sin dueño que hay en la ciudad. "Dijo en 2017 que había 700. Setecientos por barrio", espetó Martorell, quien dejó entrever que existen muchos más de los que contempla el último estudio realizado.

En cierta medida, Correa vino a dar la razón a la integrante de la plataforma, pues reconoció que el último censo es de 2006. "No hay datos posteriores", dijo.

Las críticas al concejal de Medio Ambiente le llegaron también del proponente de la moción, el socialista Andrés Martín, y de Antonio Blanco, de Ciudadanos. Ambos pusieron de relieve que no se ejecutaran los 45.000 euros que se destinaron en 2017 para este fin.

Correa, sin embargo, defendió que "no se gastaron porque no se presentaron solicitudes de control", y remarcó que para este ejercicio hay 25.000 euros, que se ampliarán si es necesario. "Es un proceso que ha tenido complicaciones", reconoció el concejal de Medio Ambiente, quien sostuvo que la ordenanza ya contempla un programa de captura, esterilización y suelta (CES), medida que solicitaba la moción.

En defensa del edil salió el alcalde, José Manuel Bermúdez, quien remarcó que no es necesario modificar la ordenanza para autorizar la esterilización de las colonias. "Se puede hacer solo con presentar la autorización", indicó. No obstante, subrayó que queda aún por resolver la colocación de los microchip a esos gatos. "La voluntad política es que estén a nombre del ayuntamiento", apuntó.