"Nosotros luchamos por nuestros derechos, por el servicio público y las condiciones que tenemos en el trabajo, aunque pedimos perdón a los ciudadanos". Esta es la idea más generalizada entre los profesionales del taxi que ayer secundaron la protesta de Élite-Taxi, que colapsó las Ramblas desde el hotel Mencey hasta la calle Costa y Grijalba, en un circuito de unos 700 metros que influyó seriamente en el tráfico rodado en todo el ámbito de influencia de la arteria chicharrera.

Durante dos horas, entre las 13:00 y las 15:00 horas, los taxistas se incorporaron progresivamente al circuito que afectó de manera significativa a la salida de los colegios Hispano Inglés, Pureza de María y Escuelas Pías, principalmente, mientras que los agentes de la Policía Local destacados a la zona de manera estratégica distribuían de la mejor forma posible cada uno de los enlaces y cambios de sentido.

Hubo, incluso, alguna incidencia muy criticada por los profesionales del taxi, que fueron multados por hacer sonar el claxon.

A medida que pasaba el tiempo, la ralentización del tráfico provocó que se generaran colas en distintos puntos del callejero del centro de la ciudad, casos como los de la avenida Juan Pablo II, La Marina o Méndez Núñez, entre otros, aumentando también las quejas de los vecinos afectados.

Según la estimación de la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife la protesta fue secundada por un centenar de taxistas. Según Élite-Taxi, casi 400 profesionales estaban en la movilización.

Con la guerra de cifras de por medio, en la calle las cosas se tomaban de manera distinta. Los conductores, con santa paciencia, pasaban el mal trago de quedar bloqueados a pesar de los esfuerzos de la Policía por evitarlo, mientras que otros no comprendían por qué los taxistas "elegían tan mala hora para reivindicarse".

En las calles, sobre todo padres de los alumnos de los colegios, echaban chispas mientras intentaban llegar a los centros o bien desde la propia Rambla o desde Viera y Clavijo, Robayna o 25 de Julio.

El presidente de Élite-Taxi, Miguel Ojeda, dijo que la protesta será "un éxito cuando el ayuntamiento cumpla los compromisos con los transfers y el rescate de licencias", del que dijo se ha ralentizado bastante. Advirtió que el lunes se hará público un nuevo calendario de protestas que se suspenderá solo si el ayuntamiento se sienta a negociar.

Desde el ayuntamiento se instó en la tarde de ayer a a la Subdelegación del Gobierno a que valore los efectos ocasionados al autorizar la realización de este tipo de acciones en una hora punta y en vías principales, como es el caso de la Rambla, donde confluyen tres centros escolares y varios de carácter sanitario y asistencial, además de tres hoteles.

El ayuntamiento lamenta las afecciones a la ciudadanía

El consistorio criticó ayer que las protestas de "un sector del taxi" hayan recaído en la ciudadanía. Dijo que la acción se produjo en una de las principales arterias y cifró en algo más de 100 los vehículos que la secundaron. El edil de Servicios Públicos, Dámaso Arteaga, consideró la protesta "injusta" con la políticas del consistorio y recordó el cumplimiento de los compromisos con el sector, "que se traducen en 6 millones para el rescate de licencias". Arteaga recordó que Santa Cruz contaba en 2012 con 1.087 licencias de taxis, una cifra que se ha visto reducida en la actualidad a 816.