Una policía de barrio, más cercana al ciudadano, más moderna y más eficiente. Es el objetivo que pretende lograr el Ayuntamiento de Santa Cruz con la Policía Local de aquí a 2023 y que está recogido en el "Informe diagnóstico de los recursos humanos y del nuevo modelo organizativo" del cuerpo de seguridad.

El documento, presentado ayer por los concejales de Seguridad y Recursos Humanos, Zaida González y Juan José Martínez, respectivamente, describe la situación presente de la Policía Local y plantea una programación precisa para el futuro. En el análisis actual, el estudio muestra tanto las debilidades y amenazas que presenta el cuerpo como las fortalezas y oportunidades.

Entre las primeras destacan la desmotivación, la ausencia de liderazgo o la jubilación de un cuarto de la plantilla, mientras que de las segundas valora el sentimiento de orgullo y pertenencia e implicación de los agentes, el interés creciente del ayuntamiento por mejorar el cuerpo y la situación económica para la continua modernización.

"La aspiración última es dotarnos de un modelo híbrido que preserve la centralidad en el funcionamiento policial, conjugándola con la proximidad en el servicio de seguridad a los vecinos, mediante la creación progresiva de oficinas en todos y cada uno de los distritos, de manera que los agentes con ese destino sean profesionales conocidos y reconocidos en cada barrio y rincón de Santa Cruz", explicó Zaida González.

La concejal remarcó que, junto al crecimiento exponencial en medios humanos y materiales que ha protagonizado la Policía en este mandato, "resulta fundamental abrir un debate y un análisis sobre cómo se trabaja y cómo se puede mejorar para ser más eficientes y cercanos en la labor policial".

"Desde la apuesta prioritaria que hemos desarrollado en estos años por la Policía, ahora, queremos ir más allá, dar un paso más hacia un modelo policial de excelencia", añadió Juan José Martínez.

La auditoría aboga por desarrollar una veintena de proyectos, acordes con los principios de gestión planteados para implantar un nuevo modelo organizativo. En unos casos con iniciativas novedosas, mientras que en otros son líneas de actuación ya previstas por el ayuntamiento.

Uno de ellos, ya en marcha, pretende mejorar la agilidad y coordinación con otras áreas municipales. La Policía Local ya puede acceder a las bases del Padrón municipal y de Tráfico y en breve podrá hacerlo también a las de Urbanismo.

"Si hay una obra en un punto determinado ,podrán conocer si tiene licencia o no, por ejemplo", detalló Martínez. La idea es que en un futuro cercano los agentes prescindan del papel y puedan hacer todas las gestiones a través de un ipad.

La auditoría también advierte de la necesidad de que la plantilla se incremente hasta los 433 agentes en cuatro años, por lo que toma "especial urgencia e importancia" que se pongan marcha sucesivas convocatorias. En 2019 se convocarán 52 plazas. Del mismo modo, sugiere la creación de una policía de barrio, agentes "mediadores" especializados en la resolución de conflictos vecinales y la puesta en marcha de otras tres oficinas descentralizadas.

El estudio, de la empresa Deloitte, ha tenido en cuenta el funcionamiento de policías de otras ciudades españolas e internacionales como la London Metropolitan Police, la Policía de Chicago o los Carabineros de Chile.

El organigrama del futuro

La auditoría plantea el siguiente organigrama para la Policía Local: una jefatura de la que dependerán las áreas de Seguridad Ciudadana; Seguridad Vial; Comunicaciones, Administraciones y Unidades Especializadas; la Academia Local de Seguridad; y el Gabinete de Comunicación y Relaciones Públicas. De Seguridad Ciudadana dependerán la Unipol y las unidades operativas, y de Seguridad Vial lo harán Tráfico, Radar y Atestados. Mientras, a Comunicaciones estarán adscritas, entre otras, la tramitación administrativa, la gestión de personas y el Proteu.