El área de Hacienda de Santa Cruz recaudó en 2017 algo más de un millón de euros -1.066.189- a través del Impuesto sobre Construcciones, Instalación y Obras (ICIO). Y lo hizo a pesar de que, un año antes, este tipo impositivo se había reducido del 4 al 1,8%.

La razón de este incremento tiene que ver con la aumento de la actividad que, en los últimos ejercicios, se ha producido en el municipio.

Así lo corrobora el alcalde, José Manuel Bermúdez, quien detalla que en 2016, aún con el impuesto al 4%, el consistorio capitalino recaudó 754.540 euros. La reducción del ICIO se aprobó ese mismo ejercicio.

"Los datos demuestran que, aunque el impuesto es menor, se recaudó más a base de una mayor actividad", sostuvo el regidor, quien remarcó que "la política que hemos aplicado de reducción de impuestos no afecta directamente a la recaudación, sino que consigue el efecto deseado: el aumento de la actividad". "O bien que se fomente el ahorro familiar, o la inversión en la propia empresa", añadió.

Bermúdez recalcó que pasar del 4% al 1,8% de coste fiscal de una obra ha supuesto que muchos proyectos de inversión dejen de estar "al límite de su rentabilidad".

"Solo hay que mirar el panorama estético de la ciudad; el número de grúas que hay ahora en solares o viviendas que se están rehabilitando", dijo. Y todo ello, a pesar de la anulación, aún no definitiva, del PGO.

"Ya dije que la ciudad, desde el punto de vista económico, no iba a tener problemas. Y que todas las licencias que estaban en tramitación o en vigor tampoco los iban a tener. Y eso es lo que se ha producido", puntualizó.

La rebaja del ICIO ha convertido Santa Cruz en la capital de provincia con este tipo impositivo más bajo de España. Solo Ávila, con un 2,5%, se acerca al municipio tinerfeño, mientras que Las Palmas los mantiene en el 4%. También está al 4% en las capitales de provincia de las comunidades de régimen foral, Navarra y País Vasco.

"El hecho de iniciar un camino de reducción fiscal desde hace tres años nos convierte en la capital de provincia con menor presión fiscal por habitante, y, por otro lado, no hace atractivos para un sector tan castigado como la construcción", subrayó el alcalde. "Creo que es una política acertada que, además, ha sido elogiada por la patronal de la construcción", puntualizó.

En esta línea, José Manuel Bermúdez recordó que, desde que llegó al consistorio, en 2011, siempre ha sido partidario de mantener, siempre que los servicios públicos se puedan mantener, una política de rebaja fiscal, "porque entendemos que es una buena manera de incentivar la economía".

No obstante, aclaró que esto se puede aplicar la economía está "saneada". "Estas políticas de reducción de impuestos nunca podrían significar una reducción del gasto social. Es una línea roja. Ni a los gastos del propio ayuntamiento", valoró. Es decir, que si no se hubiera producido un "saneamiento" del ayuntamiento no se hubiera podido producir esta política fiscal.