Durante las últimas semanas, diferentes unidades de efectivos de la Policía Local de Santa Cruz han acudido a centros de educación secundaria y formación profesional con el objetivo de ofrecer el máximo de información sobre seguridad y autoprotección a los jóvenes. El reto de esta convivencia entre alumnos y policías no fue otro que combinar la diversión carnavalera con la seguridad y la autoprotección.

Esta campaña persigue un mayor conocimiento sobre los riesgos y las situaciones que han de evitarse durante el periodo carnavalero en las calles de la ciudad. Así, miembros del Unidad de Intervención Policial de la Policía Local (Unipol) y del servicio adscrito a la Fiscalía de Menores y del Grupo de Atención a la Mujer (GRAMU) defendieron que en Santa cruz "tenemos el Carnaval más seguro del mundo si relacionamos la cantidad de la gente que sale a divertirse con el bajo número de incidencias".

El pasado miércoles 27 de febrero se desarrolló la última de las jornadas de esta campaña. El IES Virgen de la Candelaria ubicado en Ofra, uno de los institutos con más jóvenes matriculados en las aulas, recogió el testigo de otros centros capitalinos que también acogieron este encuentro.

En el transcurso de la charla, a la que asistieron más de un centenar de menores, los alumnos mostraron su interés por los distintos medios y dispositivos que se mantienen desde el ayuntamiento durante las noches de Carnaval con el fin de mantener la seguridad en las calles.

Así, las múltiples cuestiones tratadas giraron en torno al consumo de drogas, alcohol y una de las novedades de este año: la localización y trabajo de equipo del Punto Violeta, donde se atienden los posibles casos de acoso o agresión sexual producidos durante las fiestas.

Además, la información trató de acercar la imagen de los cuerpos de seguridad de Santa Cruz con el objetivo de explicar las características de su trabajo a los jóvenes, así como las facilidades y recursos con los que cuentan jóvenes y mayores que necesiten asistencia o ayuda en cualquier momento de la fiesta. "Nosotros estamos en la calle para ayudar, no para meter miedo", comentó el portavoz de la Policía Local.

Uno de los agentes de la unidad adscrita a la Fiscalía de Menores indicó que "el gran problema de los jóvenes es su inexperiencia". El mayor número de asistencias a este colectivo durante el Carnaval se producen por intoxicaciones etílicas, consumo de drogas o traumatismos y caídas.

Respecto a los dos últimos años, las asistencias se han reducido, a pesar de suponer más de un centenar de casos atendidos en el Hospital del Carnaval.

"Salir acompañados es lo más recomendable, aunque sabiendo lo que se hace, porque en ocasiones la presión de grupo para iniciarse en el consumo de alcohol o sustancias es importante y hay que saber decir que no", prosiguió este agente.

Ante los datos que se manejan cada año desde el Ayuntamiento de Santa Cruz, los efectivos recalcaron la importancia de la colaboración ciudadana para el desarrollo seguro del Carnaval en la calle.

Con el término "seguridad divertida", el representante de la Unipol explicó a los estudiantes que este es el nombre con el que se denomina a aquellos ciudadanos que cooperan con los cuerpos de seguridad en la resolución de cualquier situación de peligro o emergencia en la vía pública. "Los jóvenes son una gran mayoría del público que nos encontramos en el Carnaval y su ayuda es esencial", concluyó.