La guardería de la calle Castro, en la capital tinerfeña, en la que falleció un bebé -de forma natural- el pasado 22 de enero, permanecía ayer abierta, a pesar de la orden de "cese inmediato de la actividad" dictada la semana pasada por la Gerencia de Urbanismo, al carecer del título habilitante correspondiente.

Distintas fuentes consultadas ayer por este periódico no solo confirmaron este hecho sino que, además, aseguraron que el centro infantil seguía ofreciendo sus servicios a quienes se mostrasen interesados en ellos.

"¿Quién es el responsable si llegase a pasar algo en un centro que no tiene licencia? ¿El ayuntamiento?", se preguntó una de las fuentes, que aseguró que la guardería ofrece sus servicios sin los permisos necesarios "desde hace años".

Urbanismo volverá a abordar hoy el asunto y acelerará una inspección al centro

Sin embargo, otra fuente cercana al centro infantil precisó que lo que ha hecho la Gerencia de Urbanismo es comunicar la incoación de un expediente sancionador al haberse detectado una situación irregular -no tener licencia-, pero no se ha recibido una resolución de cierre o precinto. La guardería dispone ahora de varios días para aportar la documentación que estime oportuna.

En todo caso, desde la Gerencia de Urbanismo insistieron ayer en que la orden de cese inmediata de la actividad es "clara", y avanzaron que hoy se volverá a abordar el asunto. "Cualquier incumplimiento acarrea sanción y precinto", advirtió el concejal del área, Carlos Tarife, quien dijo que los técnicos harán una inspección de cese de actividad.