Determinados cambios que el área de Infraestructuras ha obligado a aplicar en el proyecto aprobado en 2018 han retrasado el inicio de la rehabilitación del polideportivo de San Andrés, una obra "imprescindible" para los vecinos.

La concejal de Deportes de Santa Cruz, Verónica Meseguer, explica que el visto bueno a los cambios "sustanciales" que se han introducido en el proyecto original se produjo hace unos días, por lo que "en un par de semanas" podría estar aprobado por la Junta de Gobierno.

Superado este trámite, el siguiente paso sería sacar a licitación las obras, que, según avanza Meseguer, serán más costosas que las previstas inicialmente. Para esta actuación había previstos unos 246.000 euros.

Respecto a los cambios que la asociación de vecinos El Pescador había solicitado, en la línea de que se añadieran baños y vestuarios a la instalación, Meseguer dejó entrever que no se incluirán en la propuesta que vaya a la Junta.

"La idea de gobierno de los espacios públicos abiertos es que son espacios gratuitos, no gestionados por nadie, con mobiliario antivandálico... Y la experiencia nos ha dicho que poner vestuarios en lugares como estos es un problema", explica la concejal. Cita como ejemplo de ello los destrozos que se produjeron en los vestuarios de la cancha de La Gallega, en el distrito Suroeste.

"Cosa diferente es lo que estamos haciendo en las canchas de los colegios, que sí van a estar gestionadas por nosotros", aclara.

Desde El Pescador insisten en que San Andrés es el único pueblo de Santa Cruz que no cuenta con un espacio creado para la práctica del deporte.

Concluidas, hace unos meses, las obras del muro de la calle La Florida, actuación imprescindible para realizar la siguiente intervención, los vecinos se preguntan ahora qué pasará con la ejecución de un proyecto que se aprobó el año pasado. El colectivo recuerda que el polideportivo fue precintado hace casi una década como consecuencia del peligro de derrumbe que suponía el muro que ahora ha sido reforzado.

La instalación, que perteneció al antiguo colegio República Argentina, era centro de juegos y reuniones de jóvenes y no tan jóvenes del pueblo que acudían allí, sobre todo los fines de semana y en verano, para practicar sus deportes favoritos, principalmente fútbol y baloncesto.

Con el tiempo, del polideportivo desaparecieron las porterías y las canastas y quedó un espacio vacío que facilitó la acumulación de basura y de rabo gato.

En un primer momento, el precinto de la cancha se respetó, pero después de unos meses y, tímidamente, algunos niños comenzar a entrar y a colocar piedras en el lugar donde se suponía que debían estar las porterías y empezaron a jugar al fútbol.

"Nadie pensó jamás que este cierre se prolongara en el tiempo durante tantos años y que, a pesar de las promesas que llegaban de los diferentes ediles que ocuparon el área de Deportes del ayuntamiento, llegáramos a 2019 con esta situación", lamentan desde El Pescador.

"Sobre todo la juventud del pueblo, a través de las redes sociales o personalmente, nos pregunta por la situación de la cancha y, ciertamente, no sabemos qué decirle", añaden.

Desde la asociación de vecinos insisten en la necesidad de que comiencen unos trabajos "necesarios" para el pueblo. "Es esencial contar ya con este espacio para el deporte y que se tomen en cuenta nuestras peticiones", subrayan.

Con ello hacen referencia a dos demandas "importantes" que han formulado al consistorio y que no contempla el proyecto aprobado: vestuarios y baños.

"Tenemos que volver a insistir en que son esenciales porque en la zona no hay un lugar para que las personas puedan realizar sus necesidades fisiológicas, y no sería de recibo que se celebrara un evento o que haya gente utilizando la cancha y que tengan que ir a sus casas para ir al baño", reclama El Pescador.

"Y para el futuro también solicitaremos que se teche la cancha, porque este espacio puede ser utilizado para otros eventos culturales o de ocio, pues el pueblo no cuenta con lugares donde celebrar este tipo de actos", avanza.