La Gerencia de Urbanismo de Santa Cruz de Tenerife ha dado cinco días para que proceda a adoptar varias medidas de seguridad, en un inmueble de su propiedad con serias deficiencias en su exterior y que está ubicado en la esquina de las calles Candelaria y Santo Domingo, muy cerca de La Noria.

La construcción está incluida en el BIC, con categoría de Conjunto Histórico, denominado Antiguo Santa Cruz.

En una resolución del concejal del área, Carlos Tarife, la Gerencia obliga a instalar una red anticascotes de poliamida de alta tenacidad, bordada en todo su perímetro con cuerda de poliéster, además de una valla metálica modular, de 2,50 metros de largo y 1,10 de altura, y la señalización correspondiente.

Del mismo modo, la resolución establece la obligatoriedad de que se coloque una puerta metálica multiusos de una hoja abatible, y advierte de que el incumplimiento de estas medidas podría conllevar, entre otras consecuencias, la imposición de hasta diez multas coercitivas con periodicidad mínima mensual, por valor máximo, cada una de ellas, del 10% del coste estimado de las obras ordenadas.

Además de las medidas urgentes, Urbanismo da dos meses a la propiedad para que solicite los permisos necesarios para las obras de rehabilitación del inmueble, todo ello en virtud del deber de conservación de todo propietario.

El valor de los trabajos que debe acometer la entidad financiera ronda los 2.300 euros. Si la entidad bancaria no cumpliera la orden, el consistorio actuaría en ejecución subsidiaria y pasaría el gasto al propietario del edificio.

El inmueble en cuestión presenta desde hace años un estado de deterioro considerable, sobre todo en la fachada que da a la calle Candelaria. Piedras descubiertas, cascotes sueltos y hierros oxidados forman parte de la imagen diaria que pueden apreciar los numerosos viandantes que usan estas vías.

Además, y según pudo comprobar ayer este periódico, el interior está lleno de escombros y basura. Aunque desde el exterior la construcción presenta dos plantas sobre el suelo, al observar el interior se puede apreciar una rampa que da acceso a una planta subterránea.

En la inspección que dio pie a la resolución, los técnicos de Urbanismo observaron desconches y fisuras en la capa de revestimiento aplicada en la planta baja de la fachada que da a la calle Candelaria.

Ayer, la puerta instalada para impedir el acceso a esta planta permanecía abierta, con lo que cualquiera podía entrar al interior.

Se da la circunstancia de que por el incumplimiento de una medida similar a la que ha impuesto ahora la Gerencia de Urbanismo de Santa Cruz, el ente municipal ya sancionó a la entidad financiera en 2016 con una multa coercitiva de 1.200 euros. La vivienda es propiedad de una entidad bancaria.