Si batiéramos en una coctelera ilusión, ganas de aprender, espíritu de superación, cariño y compañerismo, conseguiríamos un brebaje mágico llamado "Academia de Talentos para personas con discapacidad intelectual", con el que muchos chicos están cumpliendo el sueño de llegar a ser artistas.

"La idea es normalizar al máximo a estas personas, que no haya diferencia entre el bailarín normal y el bailarín discapacitado", afirmó el director de la asociación Miradas Compartidas, Felipe Olavarría, del que surgió este proyecto tan especial y al que muy pronto se sumó la Fundación Mapfre.

"Algunos chicos tienen un talento super-potente, y hay que darles una base artística buena para que el día de mañana tengan las herramientas para defenderse si quieren dedicarse a esto", explicó Olavarría.

Los alumnos de la primera promoción de la Academia de Talentos pertenecen a las fundaciones madrileñas Carmen Prado-Valcarce y Aprocor, aunque los responsables del proyecto esperan ampliarlo a otros puntos de España, pues muchos padres les escriben pidiéndoles una oportunidad para sus hijos.

Tras pasar un "casting" entre cerca de doscientos chicos, los sesenta y siete elegidos -35 de baile, 32 de canto y 10 de teatro- dedican dos días a la semana a mejorar sus aptitudes artísticas. Un esfuerzo extra que compaginan con su jornada escolar o laboral.

Esta academia es "un paso más para desmontar barreras", según la directora de la Fundación Carmen Pardo-Valcarce, Almudena Martorell, quien comprobó que a los chicos se les notó un cambio para mejor, "están más felices".

Más calidad de vida

A la vez que se les da la posibilidad de desarrollar su talento artístico, mejoran su calidad de vida, afirmó Olavarría, que ha encontrado "un don especial" entre estos artistas que tienen entre 5 y 50 años.

Si el curso empezó el pasado febrero, en marzo los alumnos ya actuaban en el programa de televisión "Fama", cuyos responsables dieron una oportunidad a estos chicos y pudieron bailar en la cubierta de Leganés ante 9.000 personas.

José, de 30 años, recuerda ese día como "una experiencia muy bonita", aunque se puso nervioso "antes de salir". Feliz por poder bailar cada día mejor la salsa y el merengue, no le importa que los profesores le hagan trabajar mucho.

Ahora los alumnos están grabando un disco con el productor musical Alejo Stivel, ex componente de Tequila.