El barrio de El Toscal se engalana, como cada año, para recibir el paso del Señor de las Tribulaciones, una imagen muy venerada, que está pendiente de recibir, por parte del Ayuntamiento capitalino, el título de "Señor de Santa Cruz", tal y como explicó el párroco de la iglesia de San Francisco de Asís, Jacinto Barrios, quien recordó que en el folleto informativo repartido en el Quinario de este año se recuerdan las razones que avalan este título.

En opinión de Barrios, "hay un sentimiento generalizado en los ambientes más o menos religiosos de los habitantes de Santa Cruz, y una promesa o propuesta por parte del Ayuntamiento capitalino, para que se conceda a la imagen del Señor de las Tribulaciones va muy unida a la idiosincrasia y forma de ser de forma de ser de todo santacrucero", según precisa el texto.

El Ayuntamiento de Santa Cruz celebró el 4 de enero de 1894 un pleno en el que acordó grabar el nombre "en una lápida bajo una pequeña hornacina abierta, donde el arquitecto municipal crea más estético, para colocar en ella una reproducción fotográfica de la referida efigie".

Entre las razones que avalan la concepción del título figura el milagro atribuido al Señor de las Tribulaciones, con la terrible epidemia de cólera que soló el barrio de El Toscal en 1893, y la desaparición de aquel mal.

El principal milagro que justifica la devoción del pueblo chicharrero a este busto del "Ecce Homo" se remonta a 1893.

Según la tradición, el que pudo ser el primer milagro de esta imagen ocurrió en la primavera de 1795, cuando estaba en el domicilio particular de José Carta, tesorero general de las Reales Rentas, y curó de una grave enfermedad a su esposa, María Nicolasa.

Tras este extraordinario suceso, la imagen del Señor de las Tribulaciones fue donada por José Carta al convento de los Franciscanos y ahora se venera en la Iglesia de San Francisco de Asís.

Además, Jacinto Barrios puso de manifiesto que este año ha salido a la calle una procesión nueva en el casco de Santa Cruz, precisamente con la unión de tres imágenes emblemáticas: el paso del Señor de la Humildad y la Paciencia, de la parroquia de La Concepción, junto con la imagen de Señor Atado a la Columna, de la iglesia de San José, que confluyeron en la Orden Tercera con el Señor del Huerto.