Científicos del Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos han descubierto un mecanismo que ayuda a explicar la capacidad de soportar el estrés, la vulnerabilidad ante la depresión y cómo funcionan los antidepresivos.

Este trabajo, realizado en el circuito de recompensa del cerebro de ratones y humanos y que se publicó ayer en la edición "on line" de Nature Neuroscience, ha impulsado la búsqueda con alta tecnología de sustancias que disparen la acción de un gen regulador clave en este sentido, denominado "deltaFosB".

"DeltaFosB" es un interruptor molecular clave, denominado factor de transcripción, dentro de las neuronas. Se encarga de encender o apagar la expresión de múltiples genes, provocando la producción de proteínas que desempeñan la actividad celular. Según explicó el líder de este trabajo, Eric Nestler, de la Facultad de Medicina Monte Sinaí de Nueva York (Estados Unidos), estos científicos han descubierto que "disparar el deltaFosB en el centro de los circuitos de recompensa es tanto necesario como suficiente para la resiliencia". "Protege a los ratones -ha señalado- de desarrollar un síndrome similar a la depresión después de un estrés social crónico".

"Los antidepresivos pueden revertir este síndrome de retraimiento social disparando el deltaFosB, que está notablemente reducido en el cerebro de las personas que sufren una depresión. Así, inducir esta proteína es una medida positiva para ayudar a manejar el estrés, por lo que esperamos encontrar vías para aprovecharla como fármaco", añadió.

Entre los principales descubrimientos de este trabajo destaca el hecho de que, mientras que un aumento de la "deltaFosB" puede generar adicción, estos investigadores han determinado que, a su vez, protege contra la depresión por estrés.