Las autoridades neoyorquinas inauguraron hoy las instalaciones que a partir de mañana acogerán la Semana de la Moda, un acontecimiento que abandona así el céntrico Bryant Park y se instala en el Lincoln Center de Manhattan.

El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, y la conocida diseñadora Diane von Furstenberg, presidenta del Consejo de Diseñadores de EEUU, presentaron hoy oficialmente las nuevas carpas donde, hasta el 16 de septiembre, se presentarán las propuestas de casi un centenar de creadores de moda.

"Parece que esta Semana de la Moda de Nueva York se va a convertir en una de las más importantes y dinámicas del mundo", dijo Von Furstenberg ante las nuevas instalaciones de la conocida como Mercedes-Benz Fashion Week, que se celebrará en el Damrosch Park del Lincoln Center, hogar de la Opera Metropolitana de Nueva York.

La diseñadora, que presentará su nueva colección de primavera verano para 2011 el próximo domingo, aplaudió el cambio de ubicación de la cita bianual que tiene Nueva York con la moda y aseguró que los creadores se sienten "orgullosos" de llamar "hogar" al conocido centro artístico de Manhattan.

Con ella coincidió el alcalde Bloomberg, quien se mostró entusiasmado con la oportunidad de que los desfiles de moda se sumen al conjunto de actividades culturales que acoge el Lincoln Center, situado al oeste de Central Park.

"La semana de la Moda es el centro del nuevo talento y la creatividad, y el Lincoln Center es un lugar de arte y cultura. Uniendo estas dos fuerzas creamos una sinergia increíble", explicó.

El alcalde anunció además que, durante estos días, la línea 1 del metro de la ciudad, la que pasa más cerca del Lincoln Center, será bautizará como "The Fashion Line" ("La línea de la moda").

Bloomberg y Von Furstenberg desvelaron los nuevos carteles que adornarán la parada de metro más cercana al Lincoln Center y por donde se espera que lleguen a las carpas del Damrosch Park parte de los 230.000 asistentes que de media recibe la Semana de la Moda de la Gran Manzana.

El alcalde recordó que se trata de un acontecimiento de gran importancia para la economía de la ciudad, ya que genera más de 770 millones de dólares al año (605,4 millones de euros) y da empleo a una media de 175.000 trabajadores en la industria de la moda neoyorquina.

"Son momentos difíciles para la economía, pero dotando de una casa más grande y apropiada para la Semana de la Moda estamos enviando al resto del mundo un mensaje contundente: Nueva York está totalmente comprometida con el crecimiento de nuestro sector de la moda", dijo el alcalde.

Los organizadores de la Semana de la Moda llevaban varios años buscando una nueva ubicación, ya que Bryant Park se había quedado pequeño y en 2009 anunciaron oficialmente la "mudanza".

"El Lincoln Center es el lugar idóneo, ya que tiene más espacio al aire libre disponible -más de 8.000 metros cuadrados- que Bryant Park y cuenta con una accesibilidad estupenda", indicó Bloomberg.

También destacó la importancia de que Nueva York esté abierta a creadores internacionales e hizo un llamamiento a que las autoridades estadounidenses suavicen las normas de inmigración para que nuevos talentos llegados de otros países se puedan asentar en la Gran Manzana.

Además de las de Diane von Furstenberg, la Mercedes-Benz Fashion Week presentará, durante ocho días, las creaciones de otras prestigiosas agujas, como la venezolana Carolina Herrera o el cubano Narciso Rodríguez, así como las de algunas firmas imprescindibles de la moda estadounidense como Ralph Lauren, Donna Karan, Calvin Klein, Tommy Hilfiger o Vera Wang.

También estarán presentes los españoles Custo Dalmau, Toni Francesc, David Delfín y Joaquín Trías, así como el brasileño Carlos Miele y el francés de origen tunecino Max Azria, entre muchos otros.