El buque oceanográfico "Sarmiento de Gamboa" zarpó ayer desde Las Palmas hacia Santo Domingo para hacer una radiografía al Atlántico y arrojar luz sobre la importancia del océano en el clima, una expedición que, según sus responsables, aportará datos inmediatos e interesantes.

Este buque se sumará a la expedición Malaspina, un proyecto multidisciplinar en el que participan 27 grupos de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Instituto Español de Oceanografía (IEO) y 16 universidades, entre otros.

Los investigadores del "Sarmiento de Gamboa" -un total de 23- analizarán en concreto la zona del Atlántico que discurre por el paralelo 24º Norte, una latitud que se ha escogido porque allí el flujo de calor que transporta el océano hacia el norte es máximo (el equivalente al calor que produce más de medio millón de centrales eléctricas trabajando conjuntamente durante un año).

Esta zona del Atlántico que discurre por el paralelo 24º Norte está situada entre Marruecos y Miami.

Según los investigadores, el Atlántico presenta un comportamiento diferente al resto de los océanos, ya que éstos transportan el flujo de calor desde el ecuador hacia los polos, mientras que el Atlántico realiza el transporte hacia el norte en todas las latitudes.

El objetivo principal será determinar la variación espacio temporal de distintas propiedades oceánicas, como el transporte de masa o calor a través de las corrientes marinas.

Los investigadores analizarán los datos obtenidos en la campaña y los compararán con los de otras misiones desde 1957.

Esta comparativa ya se ha hecho en otras ocasiones, en las que los científicos pudieron constatar que entre 1957 y 1998 la temperatura del agua aumentó y que entre 1998 y 2004 disminuyó.