Son antiguas, lentas y están ciegas y, pese a todo, las medusas, gracias a un exitoso proceso evolutivo, se han convertido en unas cazadoras excepcionalmente efectivas.

Pero ¿cómo han podido unos seres aparentemente tan mermados en sus facultades convertirse en competidores directos de los peces?.

Un grupo de investigadores de la Universidad de Oviedo y del Centro Oceanográfico de Gijón del Instituto Español de Oceanografía (IEO), en colaboración con la Roger Williams University, ha desvelado las claves evolutivas de las medusas.

La investigación, publicada en la revista "Science" y financiada por el Ministerio de Ciencia e Innovación a través del proyecto Consolider Malaspina 2010, desvela el secreto del éxito de estos curiosos animales marinos.

Según ha explicado José Luis Acuña, profesor de Ecología e investigador de la Universidad de Oviedo, los peces detectan a sus presas con su agudeza visual y su velocidad, mientras que las medusas dependen de un sistema primitivo basado en el contacto directo con la presa.

"Al nadar, las medusas impulsan hacia atrás el agua que tienen delante y que fluye a lo largo de su cuerpo hasta llegar en forma de torbellino hasta a la parte trasera del animal, donde están los tentáculos con los que atrapan el alimento", explica Acuña.

Por tanto, desde el punto de vista evolutivo, "a mayor tamaño, más caza", razona Acuña.

Con esa premisa, "las medusas han evolucionado aumentando el contenido de agua en sus tejidos, lo que las ha hecho grandes y gelatinosas, y unos cazadores excepcionalmente efectivos".

Además, la investigación, apoyada por el Campus de Excelencia Internacional de la Universidad de Oviedo y con la colaboración del Acuario de Gijón, advierte que la sobreexplotación de los bancos pesqueros puede provocar cambios en el ecosistema marino que favorezcan la expansión de las medusas frente a los peces.

Las medusas son unos depredadores tan eficaces como los peces, por lo que "están preparadas para ocupar el papel de los peces ante la sobreexplotación o cualquier otro daño que sufran las poblaciones de estos últimos", aseguran los autores del trabajo.