"Ten cuidado, sé dónde vives y a qué colegio van tus hijos....cualquier día te encuentras tu coche quemado..." Son algunas de las amenazas que, amparadas en el supuesto anonimato e impunidad que ofrece Internet, se vierten a diario en redes sociales como Twitter, Facebook o Tuenti.

Los recientes casos de la humorista Eva Hache o del periodista deportivo Juanma Castaño, amenazados de muerte por dos "tuiteros" que fueron detenidos a los pocos días, han sacado a la luz un fenómeno que ha obligado a los especialistas de la Policía y la Guardia Civil a redoblar sus esfuerzos en las redes sociales.

Solamente el perfil del Cuerpo Nacional de Policía en Twitter -@policia- recibe cada día entre 15 y 20 mensajes de denuncia por episodios de amenazas, ciberacoso, injurias o robos de identidad.

En poco más de un año de vida, el "Plan Contigo", la iniciativa de la Policía y la Guardia Civil en Tuenti, ha tramitado también cerca de 3.000 denuncias de este tipo, y casi todas las víctimas eran jóvenes o menores adolescentes.

"Si no eres capaz de decirle a otro algo así a la cara, tampoco lo hagas en Internet, porque todo lo que se escribe en la red deja rastro y antes o después nos lleva hasta su autor".

Es la advertencia que lanza Enrique Rodríguez, inspector jefe de la Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía Nacional (BIT) que destaca que las amenazas son un delito y como tales, puede tener graves consecuencias penales.

En una entrevista con Efe, Rodríguez recuerda que en muy pocos años se ha pasado de usar las cabinas telefónicas para amenazar a alguien, a enviar un correo electrónico anónimo y hoy, a lanzar insidias o calumnias a través Twitter o Facebook.

De hecho, los delitos cometidos en las redes sociales han experimentado un incremento exponencial y se sitúan ya en el tercer puesto de las investigaciones de la BIT, solo por detrás de la pornografía infantil y de las estafas y fraudes a través de Internet.

"Hay gente que el simple insulto considera que no es motivo para denunciar porque no quiere enfrentarse a alguien que probablemente conozca", asegura el inspector jefe, que aconseja no restar importancia a lo que se escribe en Internet o pensar que las amenazas son una broma y nunca se van a cumplir.

Casi medio centenar de agentes de la BIT persiguen a los autores de estos nuevos delitos tecnológicos, cuyos autores son identificados en pocas horas "en la mayoría de los casos".

Para atrapar lo antes posible al responsable, la Policía recomienda guardar todas las pruebas del delito y hacer un "pantallazo" de los mensajes insultantes.

Si los hechos revisten gravedad suficiente, las víctimas deben formalizar oficialmente la denuncia en comisaría.

A partir de ese momento se da cuenta al juzgado, que puede solicitar al proveedor de Internet la dirección IP desde la cual se han escrito los comentarios.

Las empresas tienen obligación de tener guardado hasta un año el origen de las conexiones, algo relevante en este tipo de delitos porque, según explica el inspector jefe Rodríguez, las amenazas llegan normalmente después de mensajes insultantes a los que no se hizo caso.

El estallido de las redes sociales en los últimos años ha llevado a la Policía y la Guardia Civil a aumentar su presencia en Twitter, Facebook, Youtube o Tuenti, como un nuevo instrumento de comunicación y de intercambio con los ciudadanos.

Carlos, policía responsable de los perfiles del Cuerpo Nacional de Policía, destaca el éxito en Twitter, más de 65.000 seguidores, lo que la convierte en la segunda institución pública más seguida en España, solo por detrás de la Presidencia de la Gobierno.

Si en los primeros meses un 30 por ciento de los "followers" de @policia eran periodistas, ahora apenas suman un 10 por ciento, ya que se han ido sumando instituciones, partidos, líderes de opinión, blogueros...

"Lo importante es la calidad de nuestros seguidores", destaca el "community manager" de la Policía, que asegura que el éxito cosechado por las fuerzas de seguridad españolas en las redes sociales en un "ejemplo" para policías de todo el mundo.

Además de Twitter, el "Plan Contigo", dirigido a los jóvenes en Tuenti, acumula casi 78.000 "followers" en poco más de un año de vida y los canales de la Policía y la Guardia Civil en Youtube suman ya casi un millón y medio de reproducciones de sus vídeos.