La comunicación que los pacientes con trastornos alimentarios tienen con sus familiares ha demostrado ser un índice que ayuda a identificar posibles recaídas o abandono del tratamiento, según un informe elaborado por el Institut de Transtorns Alimentaris (ITA).

"Los cambios en la actitud de la familia respecto al paciente consiguen disminuir el número de recaídas", concluye el estudio, especializado en tratamientos integrales de la anorexia, la bulimia y la obesidad.

El informe destaca que las familias que muestran una critica excesiva, sobreprotección o una actitud hostil hacia el paciente influyen en su recuperación, por lo que el ITA recomienda reducir este tipo de actitudes, favoreciendo un afrontamiento más eficaz.

Las familias que siguen estas recomendaciones mejoran las estadísticas de recuperación, pasando de un 61 a un 70% de altas en la unidad juvenil y de un 65 a un 71% en el área de adultos.

ITA es una red asistencial creada en 1998 para el tratamiento, formación e investigación de las alteraciones de la conducta alimentaria.