La falta de recursos económicos y la redistribución realizada por el Gobierno del Estado en algunos ámbitos de la Administración que afectan directamente a los departamentos que trabajan con proyectos relacionados con la mujer han dejado las políticas de igualdad reducidas a la mínima expresión, aunque en Canarias, como defiende Elena Máñez, la actual directora del Instituto Canario de Igualdad, se está haciendo un esfuerzo por mantener la línea de ayudas destinadas a la violencia de género, mientras se está preparando la línea de ayudas destinadas a la red de asociaciones que trabajan con este colectivo en el Archipiélago canario.

En este contexto de restricciones, ¿cómo afronta la conmemoración del Día Internacional de la Mujer?

Pues el lema que hemos escogido "Creciendo en libertades. Generación a generación" trata de poner de manifiesto que hemos logrado avances importantes en los últimos años, pero que igual que se han conseguido, se pueden perder. Por eso, hay que seguir trabajando desde las instituciones públicas y desde la sociedad civil porque cuando perdemos un derecho, pierde la sociedad en su conjunto.

¿Y qué ocurre con el papel que juega la mujer en la sociedad actual? Algunas organizaciones denuncian que la reforma laboral del Gobierno del Estado incidirá negativamente en la población femenina.

Siempre en tiempos de crisis, las grandes perjudicadas han sido siempre las mujeres y ahora lo estamos viendo nuevamente porque, si peligra el estado del bienestar y se pierden ayudas sociales y los recursos para favorecer la conciliación de la vida familiar y laboral, las principales afectadas son las mujeres. Lo vemos en el caso de la reforma laboral, donde las mujeres, ya de por sí, están en una situación más precaria en el mercado laboral, donde representan casi el 97% de las que ocupan el empleo a tiempo parcial y no es casualidad. Las mujeres no quieren ganar menos, lo hacen porque es la única opción que tienen. Lo vemos también en los salarios, donde son mayoría las que cobran el salario mínimo interprofesional, y con esta reforma laboral se deja un amplio margen al empresario para establecer las jornadas laborales, que lógicamente perjudicarán más a aquellas personas que tienen más problemas con esas jornadas. Eso ocurre con el permiso de lactancia, que solo va a poder cogerlo el hombre o la mujer. Si estamos reivindicando que los hombres también se incorporen al ámbito de los cuidados, ahora va a ser muy difícil que lo haga. Por lo tanto, sí creo que la reforma laboral va a situar a la mujer en una situación más precaria y que serán las primeras en ser expulsadas del mercado laboral.

¿En qué situación está la red de asociaciones que trabajan con mujeres en las Islas?

Es cierto que estamos en un momento de ajustes y que con el objetivo de déficit que hay que cumplir se plantean reestructuraciones importantes, pero en el caso del Gobierno de Canarias podemos salir con la cabeza bien alta porque hemos garantizado algo que era muy importante y que otras comunidades autónomas estaban abandonando, que es la atención a las mujeres víctimas de violencia de género. El Instituto Canario de Igualdad ha consignado 5.800.000 euros para garantizar que las mujeres víctimas de violencia de género van a contar con la atención que necesitan en materia de acogida, de información o de ayuda. Por lo tanto, se ha hecho un esfuerzo muy importante para que se mantenga. Lo mismo hemos hecho con el movimiento asociativo y sacaremos una línea de subvenciones porque creemos que en estos momentos necesitamos ese movimiento, y una forma de ayudarlas es con esta línea para el mantenimiento de gastos corrientes porque muchas nos habían dicho que iban a cerrar porque no podían ni pagar el alquiler.

A punto de conocerse qué cantidad de dinero asignará el Ejecutivo central a la Comunidad canaria, ¿en qué circunstancias se negocia el mantenimiento de las ayudas cuando se ha reducido tanto la presencia del Instituto de Igualdad nacional?

Es verdad que hay voces críticas hacia las políticas de igualdad y que a veces se lanzan mensajes de que en estos tiempos se puede prescindir de estas políticas pero yo digo todo lo contrario. Si analizamos con cifras la situación de las mujeres, vemos que están en situación más precaria en muchos ámbitos, pero sobre todo en la violencia de género; por lo tanto, es algo de lo que no podemos prescindir y menos en tiempos de crisis. Tengo prevista una reunión a finales de este mes en Madrid para ver la situación porque hasta ahora han estado llegando unos fondos dirigidos fundamentalmente a violencia y no sabemos qué va a pasar con ellos, si van a seguir o se recortarán.

Habla de la necesidad de mantener estas políticas, pero ¿qué datos se manejan en el Archipiélago en materia de atención a las víctimas de violencia de género?

Es cierto que el número de denuncias se ha ido incrementando en los últimos años pero es positivo porque eso significa que las mujeres confían en el sistema Ese es el mecanismo que nos permite garantizar su protección. Hasta que una mujer no denuncia y se acerca a los recursos, no podemos ayudarla y está en una situación de vulnerabilidad. El año pasado en Canarias, en el Servicio de Atención a Víctimas de Violencia que prestamos a través del 112, se recibieron 14.185 llamadas. Ahí hay llamadas de distinta tipología, pero de esa cantidad, unas 3.800 fueron de emergencia, es decir, momentos en los que había peligrosidad para la vida de la mujer porque se había producido la agresión o porque la agresión podía ser inminente. Por lo tanto, ojo cuando decimos que estas políticas no son necesarias porque estamos hablando de una realidad terrible en este caso. Y tenemos que concienciar a la sociedad de esa realidad porque hasta que no logremos un mayor conocimiento, difícilmente lograremos acabar con la violencia. Debe ser un compromiso de toda la sociedad.

Precisamente en ese punto es donde quizá se produzcan más problemas en el futuro porque la mayoría de los programas dedicados a la prevención se han eliminado a cuenta de la falta de recursos económicos...

Y por eso es importante que sepamos la importancia de estas políticas porque a veces caemos en la trampa de que hay otras cosas prioritarias, como cuando se creó el Ministerio de Igualdad, que se dijo que había sido un despilfarro y había un discurso permanente, que sigue existiendo, sobre para qué sirven estas áreas y más en momentos de crisis. Justo ahora, la crisis no puede ser una excusa ni una coartada para suprimirlas porque son necesarias. Yo estoy encantada de que se hable, que se reivindique y que se haga visible a la sociedad.