La mayoría de las arritmias que padece la población canaria son benignas y en más de un 95 por ciento la curación es total, según ha explicado hoy el cardiólogo canario Federico Segura, que dirige el área de electrofisiología en el Hospital Insular de Gran Canaria.

Segura, el único especialista en Canarias que ha aprobado los exámenes europeos de arritmias y marcapasos, ha informado de que en los últimos años se ha desarrollado un medio de acabar con la enfermedad, sobre todo cuando se coge precozmente, con un tratamiento electrofisiológico.

Ha explicado que con una intervención a través de la vena femoral se introduce un catéter para hacer un estudio eléctrico del corazón, en el que, quemando algunas actividades eléctricas, se puede retrasar o incluso hacer desaparecer la fibrilación auricular, como ha ocurrido recientemente con el futbolista de la UD Las Palmas Sergio Suárez.

El doctor, que también ejerce en el Instituto Canario de Medicina Avanzada, ha resaltado que la Sociedad Española de la Cardiología promueve que las personas se midan el ritmo cardíaco, y que si alguien se nota irregular o lo detecta su médico de cabecera, debería hacerse un electrocardiograma para hacer un diagnóstico.

El problema de las arritmias es que solo se diagnostican cuando se producen, pero muchas personas las pueden padecer por otras patologías diferentes a las cardiacas y lo importante es que cuando se tengan palpitaciones o el corazón más acelerado debe hacerse un estudio para saber si coincide con los síntomas de una arritmia, ha indicado, Segura.

El cardiólogo ha alertado de la arritmias ventriculares, que son más peligrosas y potencialmente mortales, pero menos frecuentes que las benignas o supraventriculares.

Las arritmias ventriculares son las que se tienen que evaluar con un estudio eléctrico del corazón para quemarlas o para implantar un desfibrilador que prevenga la posibilidad de muerte súbita, ha añadido.

El cardiólogo ha resaltado que en su gran mayoría los factores de las arritmias son "genéticos" y que, al contrario que los infartos, no está relacionado con los hábitos de vida.

Con todo, ha alertado que el consumo de alcohol podría favorecer algún tipo de arritmia y también los transtornos tiroideos, la edad, la hipertensión y los ejercicios de alta competición, y sobre estos ha alertado que hay un estudio en el que se asegura que favorece la fibrilación auricular nocturna.

Según un estudio hecho público en el Congreso Internacional de Cardiología, que se celebró en Maspalomas este pasado año, hay un 4 por ciento de pacientes mayores de 45 años asintomáticos de fibrilación auricular, y que ahora se incide en su seguimiento y diagnóstico, porque es una arritmia que se consideraba benigna y que puede aparecer en gente joven sin ningún factor precipitante, ha indicado el facultativo.