La supervivencia a cinco años por cáncer de colon ha aumentado un 15 por ciento desde los años 70, según informó ayer la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) con motivo de la campaña "En Oncología, cada avance se escribe con mayúsculas". Y es que, mientras que en la década de los 70 la supervivencia a cinco años por este tumor se situaba en torno al 50 por ciento, actualmente alcanza casi el 65 por ciento, lo que supone que cada dos años se ha ganado casi un 1 por ciento.

Por tanto, si se tiene en cuenta que cada año en España se diagnostican unos 30.000 casos de cáncer de colon, de las 15.000 personas que sobrevivían hace más de 30 años, ahora ya son 19.500, es decir, 4.500 pacientes más.

Todo ello se debe a los avances que se han producido durante todos estos años.

En concreto, a mediados y finales de los años 80 se introdujo la quimioterapia como tratamiento complementario a la cirugía, lo que incrementó la supervivencia en los pacientes.

Además, en los 90 se demostró que la cirugía de las metástasis, cuando la resección completa de las mismas era posible, podía curar a un porcentaje significativo de los pacientes.

En esta época también se vio que en pacientes con metástasis inicialmente no resecables, pero que respondían a la quimioterapia haciéndose resecables, la cirugía de dichas metástasis lograba curar a un porcentaje importante de enfermos.

No obstante, no fue hasta el año 2004 cuando apareció el primer fármaco -bevacizumab- que, dirigido a la angiogénesis tumoral, consiguió mejorar la supervivencia de estos pacientes. Asimismo, en ese mismo año y en el siguiente se incorporaron dos terapias dirigidas frente a EGFR: cetuximab y panitumumab.

Ahora bien, posteriormente se comprobó el beneficio limitado a pacientes con ausencia de mutaciones en K-RAS, lo que, a juicio de la SEOM, fue un paso "importante" hacia la individualización del tratamiento.

De hecho, en 2013 la selección de pacientes ha mejorado ya que se ha demostrado que los enfermos con otras mutaciones en KRAS o en NRAS tampoco se benefician de estos tratamientos antiEGFR.

Desde el año 2013 hasta el 2015 se han añadido al arsenal terapéutico frente al cáncer colorrectal metastásico otros tres antiangiogénicos: aflibercept, regorafenib y ramucirumab.

Otros avances importantes que se han producido son el consenso de una nueva clasificación molecular del cáncer colorrectal por parte de un consorcio internacional, y la consolidación de la determinación del estado mutacional de RAS en sangre periférica utilizando ADN tumoral libre circulante.

Asimismo, la SEOM destaca los programas de cribado de cáncer colorrectal como otro de los avances más destacados.

I Jornadas de Cáncer de Mama en Tenerife

"Los últimos avances en el manejo de las técnicas diagnósticas del cáncer de mama, como por ejemplo la incorporación del uso de la tomosíntesis y el abordaje multidisciplinar con la implicación de los distintos especialistas: radiólogos, oncólogos médicos, patólogos, ginecólogos y cirujanos para seleccionar el tratamiento más adaptado para cada paciente, son dos de los factores que aumentan las probabilidades de curación". Así lo afirmó ayer, la ginecóloga y responsable de la Unidad de Mama de Hospiten Rambla, Lucía Almeida, en el marco de las I Jornadas de Cáncer de Mama, organizado en colaboración con MD Anderson Cancer Center Madrid, centro de referencia internacional en el diagnóstico y tratamiento del cáncer, celebrado ayer en el Hotel Mencey Iberostar de Santa Cruz de Tenerife, y que contó con la participación de más de una docena de destacados ponentes, tanto de Canarias como del resto del país.

La jornada fue inaugurada por el presidente del Grupo sanitario, Pedro Luis Cobiella, e incluyó cuatro mesas redondas que abordaron diferentes temáticas relacionadas con esta patología, entre ellas, el cribado poblacional; las lesiones preinvasivas; el carcinoma de mama en estadios iniciales; la radioterapia en el cáncer de mama; y la preservación de la fertilidad en pacientes con cáncer de mama.

En este contexto, la principal novedad en el campo del diagnóstico de la enfermedad hace referencia al uso de la tomosíntesis, como método de diagnóstico novedoso que permite la visualización de la mama en todos los planos tal cual es en la realidad. De esta forma, en el caso de que exista una lesión con sospecha se pueda saber con precisión su forma, contorno, tamaño, ubicación y extensión exacta en la que se encuentra.

Esta opción se presenta como un complemento a la mamografía digital tradicional, ya que en los casos en que las lesiones se correspondan a un cáncer de mama, permite planificar mejor la cirugía y el diagnóstico de lesiones muy pequeñas.