El Sistema de Óptica Adaptativa Multi-Conjugada (MCAO, de sus siglas en inglés) del telescopio Gemini South, instalado en Chile, ha permitido ver una nebulosa con más detalle que la ofrecida hasta ahora por el telescopio espacial Hubble, ha informado hoy el IAC.

El Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) ha indicado que un equipo de científicos internacional, del que forman parte investigadores del IAC, ha obtenido la imagen de mayor resolución jamás lograda de la nebulosa planetaria NGC 2346, de forma que se han visto los "tenues" filamentos.

Esa nebulosa planetaria bipolar, situada a una distancia de 2.300 años luz de la Tierra en la constelación de Monoceros, destaca por su característica forma de mariposa o reloj de arena.

Los investigadores detectaron nudos y filamentos de gas de hidrógeno molecular, detalles que ni siquiera el telescopio espacial Hubble ha podido resolver hasta ahora, se explica en un comunicado.

El sistema MCAO, ha señalado Arturo Manchado, investigador del IAC y del CSIC, permite obtener imágenes de muy alta resolución espacial en un campo de visión mucho mayor que con otras técnicas.

Para realizar las pruebas del nuevo instrumento del Gemini South, se hizo un llamamiento internacional para que se enviaran propuestas de observación, y entre ellas fue seleccionada la de la nebulosa planetaria NGC 2346.

Se trata de una estrella observada en las fases finales de su ciclo de vida.

Al principio era un sistema estelar doble, cada estrella compañera tenía aproximadamente el doble de la masa del Sol y ambas giraban alrededor de un centro de gravedad común.

La estrella más masiva de las dos fue la primera en terminar de quemar su combustible y se expandió hasta convertirse en una estrella gigante roja, que ahora ha expulsado sus capas exteriores, transformándose en una enana blanca con una masa de entre 0,3 y 0,7 masas solares.

Se cree que la nebulosa bipolar (o con forma de mariposa) ha sido esculpida por el par de estrellas, que se encuentran más cerca la una de la otra que Mercurio y el Sol, y tienen un período orbital de 16 días.

Según los investigadores es difícil calcular la masa inicial de la estrella más masiva, debido al material que ha perdido en su interacción con la compañera.

El hidrógeno molecular en los lóbulos bipolares de NGC 2346 se detectó hace ya casi 30 años, señala Letizia Stanghellini, del National Optical Astronomy Observatory (NOAO), de Estados Unidos, y añade que las observaciones anteriores sólo sugerían la existencia de un volumen con forma toroidal suave (una especie de rosquilla).

La estructura filamentosa observada ahora coincide con el mecanismo que han propuesto, en el que una burbuja caliente de gas que rodea a la estrella central se despresuriza, se expande y fragmenta el envoltorio gaseoso.

Además, los nudos gaseosos probablemente se deban a un fenómeno que sucede entre dos fluidos (o gases) de diferentes densidades, cuando el fluido más ligero empuja al más pesado, y esto es lo mismo que sucede cuando se vierte aceite en un vaso de agua.

A partir de modelos computacionales diseñados por Guillermo García Segura, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y antiguo estudiante de la Universidad de La Laguna, se representan cómo se espera que interactúen los gases y cómo evolucionará el gas en una escala de tiempo de miles de años.

Arturo Manchado ha manifestado que el Gemini South, de ocho metros de diámetro, es el único telescopio del mundo que tiene óptica adaptativa multiconjugada y utiliza cinco láser.

La óptica adaptativa permite corregir el sistema óptico de los telescopios gracias a sofisticados espejos deformables que se controlan desde ordenadores, y en tiempo real modifican las distorsiones que ocasionan las turbulencias de la atmósfera para que así las imágenes que se obtienen del espacio sean nítidas.

Para compensar el efecto que la atmósfera tiene en la luz se precisa de una estrella en la que el sistema de óptica adaptativa mide la perturbación de la atmósfera.

El hecho de que no haya estrellas en todas las direcciones del espacio lleva a crearlas por medio de un láser.

Este láser, de color naranja porque emite en sodio, entra en contacto con las partículas de la mesosfera, excita los átomos de sodio y hace que éstos emitan como si fuesen estrellas.