Los desahucios en España, vistos desde la óptica del fotógrafo argentino Andrés Kudacki, es uno de los temas centrales de la 27ª edición del festival de fotoperiodismo "Visa Pour l''Image", el más importante de su género, que se celebra en Perpiñán (sur de Francia).

Kudacki expone 38 fotografías sobre los desahucios en Madrid, ciudad en la que residió durante ocho años, y explica que decidió documentarse a fondo sobre el problema porque "reflejaba claramente las consecuencias de la crisis".

El fotorreportero incluyó en el trabajo muchos casos diferentes, narrando historias de diversa naturaleza, como el derribo de la vivienda de la calle Ofelia Nieto en el barrio madrileño de Tetúan ocurrido en febrero, uno de las que tuvo más repercusión.

Reportar los desahucios le supuso vivir la experiencia más amarga en su libertad como periodista, ya que fue detenido en Madrid cuando cubría un desalojo en el barrio de Lavapiés.

"Me vi envuelto en un proceso judicial que se prolongó años por un delito de desobediencia al no abandonar la casa cuando estaban expulsando a la gente", declaró en una entrevista concedida a Efe.

Sobre la llamada "ley mordaza" aprobada recientemente en España y que afecta en gran medida a los periodistas y fotorreporteros, con multas de hasta 30.000 euros, comentó: "te expropian literalmente, te quedas sin poder trabajar, sin nada".

"Es un arte político para poder generar restricciones sin utilizar la violencia tan explícitamente como se ve en otros países, pero con una multa por desobediencia o resistencia a la autoridad te dejan ya sin nada, es una dictadura disfrazada de democracia", declaró.

Kudacki señaló que trata de hacer su trabajo y no pretende inmiscuirse en posiciones políticas -"no trato de viciarme por los conflictos con las autoridades"- y reiteró que simplemente cuenta historias de la "manera más ética posible, para que la gente se fije".

El fotógrafo ha recorrido numerosos países con su trabajo y afirmó, paradójicamente, que pese las dificultades que supone trabajar en zonas conflictivas, el país donde ha tenido mayores problemas para realizar su trabajo, directa o indirectamente, ha sido España.

También mostró sus dudas acerca del llamado "intrusismo laboral" en el gremio de los fotógrafos.

"Hoy todo el mundo tiene una cámara y puede tomar fotografías y comercializarlas, pero hay que diferenciar lo que es un profesional que realiza un trabajo contextualizado que conlleva un proceso de elaboración, de documentación, de fuentes... de una fotografía tomada por cualquier persona que en muchos casos no se sabe ni de dónde proviene", consideró.

En el festival "Visa pour l''Image" hay mucho tiempo para abordar todas estas cuestiones y compartir opiniones entre los profesionales que participan. "Se respira periodismo", consideró.

El fotógrafo añadió que se trata de una oportunidad única para visualizar todo el trabajo que en muchos casos no sale a la luz, entre ellas, "muchas historias sobre temas dramáticos y profundos".

El festival de fotoperiodismo más importante del mundo se prolonga hasta el 13 de septiembre y acoge exposiciones de 26 fotógrafos además de conferencias, coloquios o una semana didáctica dirigida a escolares que tiene lugar del 14 al 18 de este mes.