La comisión que en Bélgica controla y evalúa la eutanasia ha transmitido por primera vez un caso a la Fiscalía, al considerar que el supuesto por el que se aplicó esta medida a una mujer octogenaria no está contemplado en la ley que la regula.

El caso en manos de la justicia es el del médico Marc Van Hoey, presidente además de la asociación por el derecho a la muerte digna de la región de Flandes, quien practicó la eutanasia a dicha paciente en una residencia de ancianos de Amberes (norte) el pasado 22 de junio, informan los diarios "La Libre Belgique" y "Le Soir".

Según esos medios, los miembros de la comisión federal de la eutanasia no han dado detalles sobre las razones por las que cree que el médico no ha respetado las condiciones que impone la ley de 28 de mayo de 2002 que regula esa práctica.

En cambio, señalan que el fin de la vida de Simone, como se llamaba la paciente, fue grabado por un periodista australiano que filmaba un documental sobre la eutanasia en Bélgica y que ha sido difundido por la cadena SBS News.

En esa grabación, Simone explicaba que quería morir "para reunirse con su hija", a la cual había perdido tres meses atrás.

Según "La Libre Belgique", la octogenaria no padecía un problema físico particular que le produjese un sufrimiento intolerable ni una enfermedad psíquica, e indica que el doctor no consultó para este caso a un tercer facultativo, como exige la ley.

Van Hoey, que declaró hoy ante la comisión federal, podría ser acusado de asesinato, señala "Le Soir".

Ante la cámara del reportaje, el médico habría señalado que la paciente no quería morir por que estuviera depresiva, sino porque "estaba harta", y habría añadido que indicaría "depresión reactiva" en la declaración de eutanasia, precisando que era imposible de tratar, según ese diario.

Ese medio añade que la depresión reactiva "es precisamente un diagnóstico que debe descartar la demanda de eutanasia a la espera, al menos, de un tratamiento apropiado".