La ONCE, a través de su Fundación para la Atención de las Personas con Sordoceguera (FOAPS), en colaboración con la Federación de Asociaciones de Personas Sordociegas de España (FASOCIDE) y la Asociación Española de Familias de Personas con Sordoceguera (APASCIDE), han presentado este viernes, 13 de mayo, el bastón rojo-blanco como auxiliar de movilidad que identifica a las personas con sordoceguera.

La incorporación de una franja roja al bastón blanco, habitualmente utilizado por las personas con ceguera o discapacidad visual grave, evidencia la presencia también de una discapacidad auditiva en el usuario por lo que el distintivo aportará mayor seguridad en la autonomía de los desplazamientos puesto que le identifica como una personas con sordoceguera y, además, facilita su posible comunicación con el resto de personas, según sus impulsores.

El uso del bastón rojo-blanco en España responde a las recomendaciones de los órganos internacionales que representan a las personas sordociegas, entre ellas, el interés mostrado en la última Conferencia de la Unión Europea de Sordociegos (European Deaf Blind Union), celebrada en Eslovenia el pasado 27 de octubre de 2015, donde se hizo patente la utilidad de su uso para estas personas.

En la actualidad, en España las personas con sordoceguera utilizan como auxiliar a la movilidad un bastón totalmente blanco, igual al que utilizan las personas que sólo tienen discapacidad visual, lo que dificulta su comunicación con el resto de ciudadanos. Al observar el bastón blanco, lo habitual es ofrecer ayuda a la persona mediante indicaciones verbales o sonoras (en el caso de los cruces), imperceptibles para la persona con sordoceguera.

El ''nuevo bastón'' rojo-blanco es un símbolo aceptado en muchos países como el símbolo identificativo de las personas sordociegas, así como definido por la Federación Mundial de Sordociegos (World Federation of the Deafblind-WFDB), sin concretar el diseño en cuanto a disposición y tamaño de las franjas rojas.

En otros países, las condiciones climatológicas pueden determinar la distribución de las franjas rojas, pero en España, debido a diversos aspectos, se ha recomendado que los tramos de color rojo se sitúen, empezando desde la parte inferior del bastón, en el segundo y cuarto tramo del mismo.

La ONCE precisa que a las personas con sordoceguera que conservan resto de visión les resulta más fácil ver el extremo del bastón si el tramo inferior es de color blanco, mientras que en entornos con gran afluencia de público (metro, centros comerciales, cruces...) los transeúntes perciben mejor la parte superior del bastón, al igual que ocurre con los conductores, que visibilizan la parte superior del bastón por lo que es más lógico incluir la franja roja en esa parte.

"VOLAR MUCHAS BARRERAS Y CONSTRUIR PUENTES"

En la presentación del bastón han participado la presidenta de la Subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo, Elena Valenciano; la vicepresidenta del Consejo General de la ONCE, Patricia Sanz; el presidente de FOAPS, Andrés Ramos; el presidente de FASOCIDE, Francisco Javier Trigueros; y la presidenta de APASCIDE, Dolores Romero.

Según Valenciano "que las personas con sordoceguera puedan manejarse libremente por la calle va a cambiar la vida de muchas personas. No se trata sólo de un bastón, es un símbolo de libertad para estas personas. Para construir una sociedad igualitaria hay que volar muchas barreras y construir puentes".

"El bastón rojo-blanco es una muestra más del derecho de las personas con sordoceguera a que los demás ciudadanos sepan que existen... Es la sociedad la que se tiene que convertir en un bastón rojo-blanco para que las personas sordociegas puedan ser libres", ha añadido.

Por su parte, el presidente de FOAPS, Andrés Ramos, ha querido reconocer el trabajo de todos los profesionales que han trabajado en la validación de este instrumento de movilidad "disponible ya en todos los centros de la ONCE para que las personas sordociegas lo puedan adquirir si así lo eligen".

Mientras, la presidenta de APASCIDE, Dolores Romero, se ha referido al "paso tan grande que supone el hecho de que cualquier persona pueda saber que quien lleva un bastón rojo-blanco es una personas con sordocuguera", un aspecto en el que ha coincidido también Francisco Javier Trigueros, presidente de FASOCIDE, quien, además, ha asegurado que "el uso de este bastón es fundamental para quitar el miedo que tienen muchas personas sordociegas de salir y moverse por la calle".