El director general de la Policía Nacional, Ignacio Cosidó, abogó ayer por "fortalecer los mecanismos comunes" para gestionar la inmigración y dijo que la tentación de "renacionalizar" las políticas de seguridad y de fronteras supone "una línea equivocada", porque es un desafío "global".

Cosidó inauguró un curso sobre la libertad de circulación, los derechos humanos y la seguridad de fronteras en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).

En este foro advirtió de que "la idea de deshacer todo lo que se ha hecho" y "volver a una idea nacional" de las políticas de inmigración y de seguridad "sería ir en dirección contraria".

Además, defendió que España "es un caso de éxito" en el control de los flujos migratorios y en la seguridad en las fronteras.

Cosidó apuesta por una posición "de más Europa" en lo que se refiere al control de las fronteras. "Es un desafío global, y lo que tenemos que hacer es potenciar aún más los mecanismos de cooperación y de intercambio de información en el seno de la UE", remarcó. A su juicio, si se intenta "dar una respuesta exclusivamente nacional" a un "desafío tan global", probablemente se fracasaría. Señaló que el pasado año llegaron a Europa 1,8 millones de personas en situación irregular y "poco más de 16.000" a España. Para él, estas cifras son "una evidencia de que la política de gestión y control de estos flujos migratorios en España está funcionando".

Además, según sostiene, España es uno de los países de la UE con fronteras "más seguras", lo que ha relacionado con las "fronteras inteligentes", la especialización de los policías, la capacidad de investigación y la colaboración con otros países.

Se refirió sobre todo a Marruecos y explicó que la idea es que los efectivos españoles no solo trabajen en las fronteras nacionales, sino también de forma conjunta en otros países, como Marruecos, Mauritania, Senegal o Níger. Cosidó ha manifestado que en este último año se aprecia un cambio en los flujos migratorios, porque hasta ahora la inmigración europea principalmente tenía "una motivación económica". También destacó la integración que los inmigrantes tienen en España, sobre todo en comparación con otros países de Europa.

las claves

Volver a la idea nacional de las políticas de inmigración sería un error, a juicio de Ignacio Cosidó. "España es un caso de éxito en el control de los flujos migratorios y en la seguridad en las fronteras", dijo.

Más Europa: El futuro pasa por "más Europa". El año pasado llegaron al continente 1,8 millones de personas en situación irregular, poco más de 16.000 a España. Estas cifras "son una evidencia de que la gestión de los flujos migratorios funciona".

Cosidó explicó ayer que "los niveles de radicalización" en los inmigrantes en España "son mucho menores" que en otros países, pero advirtió que esos datos no deben ser una excusa para poder "hacer discursos triunfalistas".

"Porque en España estamos todavía en una inmigración de primera o segunda generación, y estamos viendo que la radicalización se produce en otros países más en la tercera o en la cuarta. Hay que ser muy prudentes", aseveró. El director general de la Policía indicó, además, que el conjunto del operativo del paso del Estrecho supone un tránsito de más de tres millones de personas y de más de un millón de vehículos.

Apuntó que el número de efectivos implicados en esta operación "probablemente" tendrá "un ligero incremento" este año, para controlar las personas que entran en territorio español. Además, dijo que hay un proyecto "avanzado" para implantar en Ceuta y Melilla el control automatizado del paso fronterizo con datos biométricos, algo que en principio estaría "presupuestado" para el próximo año.

También ha defendido que los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) son "imprescindibles" para identificar a los inmigrantes irregulares y expulsar a los que tienen antecedentes.