La 41 sesión del Comité de Patrimonio Mundial de la UNESCO juzgará este miércoles el estado de conservación del Parque Nacional de Doñana, tras las evaluaciones realizadas, y España defenderá que el enclave "mantiene" los valores y el estado que le llevaron a ser catalogado como lugar del Patrimonio Mundial Cultural y Natural de la UNESCO.

El Comité de Patrimonio Mundial, que está integrado por veintiún países, se reúne del 2 al 12 de julio en Cracovia (Polonia). En cuanto a Doñana, fuentes del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, han explicado a Europa Press que UNESCO ha seguido de cerca el estado de este bien natural desde hace casi dos décadas y ha analizado los impactos que pueden afectar a este bien.

En concreto, han precisado que ha analizado los impactos por la posible reapertura de la mina de Aznalcóllar hasta el proyecto de dragado del río Guadalquivir, pasando por la regulación del consumo de agua en la corona forestal que rodea el Parque y las imprevisibles consecuencias del cambio climático.

Así, desde España se considera que pese a las múltiples acciones que se llevan a cabo para la conservación de este santuario de fauna y flora del sur peninsular, el mantenimiento de su delicado equilibrio sigue siendo una cuestión que se evaluará en la reunión.

Respecto a la cuestión, la semana pasada la ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, trasladó a las ONG ambientales que España considera que la situación del enclaves realmente mejor que la que estima la Unesco, según manifestó tras la reunión a Europa Press el secretario general de WWF, Juan Carlos Del Olmo.

Los 21 países del Comité, elegidos por los 193 Estados Parte de la Convención de la UNESCO para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural (París, 1972), son el órgano ejecutivo de esta convención internacional. Los países que forman el Comité suelen ejercer su mandato durante un periodo de cuatro años.

Este Comité decide los nuevos sitios que reúnen las características para ser inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial, sobre la base de las propuestas formuladas por los Estados Parte. Además, debe examinar los informes de estado de conservación de los sitios ya inscritos y solicitar a los países, si es necesario, que adopten las medidas de protección necesarias para la adecuada conservación de los sitios.

En la actualidad, la Lista del Patrimonio Mundial incluye 1.052 sitios de "valor universal excepcional" ubicados en 165 países. España es, con 45 bienes declarados, el tercer país en número de bienes presentes en esta Lista.

En el Comité de este año un total de 35 candidaturas aspiran a formar parte de la Lista de Patrimonio Mundial. De ellos, 7 son bienes de tipo natural, 27 son de carácter cultural y uno de naturaleza mixta (con valores naturales y culturales simultáneamente).

En cuanto a España, en esta sesión presenta dos propuestas. Se trata de los ''Hayedos primigenios de los Cárpatos y otras regiones de Europa" constituyen una extensión de otros bosques de hayas ya inscritos en Alemania, Eslovaquia y Ucrania.

Se trata de una ambiciosa propuesta en la que España participa junto con otros nueve países europeos (Albania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Croacia, Italia, Rumanía, Eslovenia y otros bosques de Ucrania), cuyo hilo conductor es una selección de los bosques de hayas más representativos del continente europeo, que constituyen un testimonio de los procesos ecológicos sucedidos en Europa en los últimos cientos de miles de años.

LAS TAULAS DE MENORCA, CANDIDATAS

La segunda de las candidaturas es ''Menorca talayótica'', un bien compuesto por una selección de 32 bienes arqueológicos que ilustran la cultura de los talayots de la isla balear, de entre los centenares de restos que han llegado hasta la actualidad. La propuesta de entrada se debatirá el próximo domingo.

Estas construcciones estaban dedicadas a diferentes funciones, principalmente funerarias pero también rituales y de habitación. Los elementos más significativos son los célebres "talayots", torretas megalíticas a las que esta cultura debe su nombre, "taulas" o estructuras en forma de T realizadas con monumentales losas de piedra y las "navetas" o construcciones funerarias en forma de barco invertido.