Una de cada tres personas mayores de 65 años toma cinco o más medicamentos diarios y uno de cada cinco de estos fármacos están prescritos de forma inadecuada, razón por la cual los médicos consideran "imprescindible" una revisión periódica de estos pacientes para reducir la polimedicación.

Así lo asegura el doctor Miguel Ángel Hernández, coordinador del grupo de trabajo de utilización de fármacos de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), quien incide en que hay que revisar cíclicamente "sobre la base de que no hay medicamentos para toda la vida".

Aunque el término polimedicación no está recogido en el diccionario de la RAE, "desde una perspectiva sanitaria, se puede entender cualitativamente como la prescripción de más medicamentos de los clínicamente apropiados, y, desde una perspectiva cuantitativa, cuando se toman más de cinco fármacos durante un tiempo prolongado", señala el doctor Alberto Ruiz Cantero.

Este médico internista, coordinador del grupo de trabajo "Paciente pluripatológico y edad avanzada" de la Federación Española de Medicina Interna (FEMI), considera que la revisión farmacológica "debe realizarse en cada acto asistencial, ya sea en el centro de salud o en el hospital, independientemente del número de fármacos que se hayan prescrito. Por ahí es por donde hay que empezar".

Considera que "en general" nuestros ancianos están excesivamente medicados. Un estudio del grupo que coordina, denominado Profund, en el que se incluyeron 1.525 pacientes de 36 hospitales, constató que el perfil del polimedicado es una persona de 78 años que toma ocho fármacos de media.

"¿El motivo más frecuente?, la prescripción inapropiada", asegura el internista, quien incide en la importancia de tomar medidas, ya estandarizadas, para evaluar la excesiva polimedicación.

Según el doctor Hernández, médico de familia en Servicio Canario de Salud, "hay más personas de las que nos gustaría" con diez o más fármacos prescritos. Para estos pacientes, con una "polimedicación excesiva", es "urgente" la revisión.

El factor principal de la alta medicación es el envejecimiento de la población y el aumento de la esperanza de vida, que hace que se cree un binomio: personas con edad avanzada y múltiples enfermedades crónicas.

"Como consecuencia de ello se prescribirá más medicación inapropiada, podrán existir duplicidades y, en consecuencia, más reacciones adversas, además de elevar el gasto sanitario", indica el doctor Ruiz Cantero.

De hecho, las personas que toman 5 o más medicamentos tienen un riesgo incrementado del 88 % de padecer reacciones adversas y se estima que éstas son las responsables del 10 % de los ingresos hospitalarios en urgencias.

Prácticamente todas las comunidades autónomas desarrollan programas dirigidos a reducir el número de medicamentos e identificar aquellos que pueden suponer un riesgo para el paciente o que tienen utilidad terapéutica baja, un tema que el Ministerio de Sanidad lleva impulsando años, aunque hay mucha variabilidad entre las distintas consejerías de salud.

Este año el Ministerio ha dado a las comunidades 22,7 millones de euros para el "desarrollo de políticas de cohesión sanitaria, de formación para facultativos médicos, odontólogos, farmacéuticos y enfermeros y de educación sanitaria de la población para favorecer el uso racional de los medicamentos".

Las autonomías pueden utilizar estos fondos, que se distribuyen en función de la población, a la mejora de la calidad en la atención de pacientes polimedicados, entre otros programas.

La implantación de la receta electrónica y la historia clínica digital son dos herramientas fundamentales. "Hay que eliminar barreras que nos permitan la máxima transversalidad", indica el doctor Ruiz Cantero, quien defiende que el Sistema Nacional de Salud tenga una historia clínica única de cada paciente.

También entre los profesionales sanitarios hay "mucha variabilidad" a la hora de afrontar el tema, reconoce el representante de la SemFyc, que incide en los obstáculos con los que se encuentran como la presión asistencial.

"Hacer una revisión periódica de los medicamentos innecesarios requiere tiempo", algo que en atención primaria no hay. "Siete u ocho minutos de media para ver a un paciente no es suficiente", asegura.