Nuevos hallazgos sobre una supernova de larga duración, que no sigue la evolución normal de estas explosiones estelares, ha forzado a la comunidad científica a replantearse el conocimiento actual sobre este fenómeno.

Así se desprende de un estudio divulgado por la revista científica Nature, donde se analiza la explosión terminal de estas estrellas y se apunta que, en la mayor parte de los casos, comparten propiedades similares.

Sin embargo, el acontecimiento que se describe en el último número de la citada publicación británica no parece ajustarse al desarrollo común seguido por estos procesos.

En septiembre de 2014, un telescopio observó un fenómeno, al que denominaron iPTF14hls, que se asemejaba a una supernova normal, según señalan el experto Iair Arcavi y un grupo de colegas del Observatorio californiano Las Cumbres, en Goleta (Estados Unidos).

En enero de 2015, la iPTF14hls fue clasificada como un tipo de supernova II-P, si bien detectaron en ese acontecimiento varias propiedades nunca vistas anteriormente.

Al contrario de lo que ocurría en otras explosiones estelares del tipo II-P previamente observadas por los expertos, y que permanecen brillantes durante un centenar de días, la denominada iPTF14hls continuaba brillando durante más de 600 días, con múltiples variaciones en su resplandor.

Es más, la evolución de ese fenómeno parece ser aproximadamente diez veces más lenta que la de cualquier otra supernova del tipo II-P.

Los autores del citado estudio consideraron que la iPTF14hls experimentó múltiples erupciones energéticas durante las últimas décadas de su vida, lo que sugiere que la estrella tenía una masa inicial de 95 a 130 veces más que la del Sol.

No obstante, las explicaciones definitivas para esas nuevas observaciones continúan resultando vagas, apunta Nature, por lo que los autores sugieren que los actuales modelos sobre evolución estelar masiva y la explosión estelar han de ser revisados a fin de llegar a una explicación de ese inusual acontecimiento.