Música creada completamente a partir de datos transmitidos desde la nave espacial Voyager 1 recibirá su estreno mundial en el stand de la NASA en la Conferencia de Supercomputación SC17, en Denver.

Producida para celebrar el 40 aniversario de la Voyager 1, la pieza de tres minutos se basa en información capturada por su instrumento LECP (Low-Energy Charged Particle), un telescopio especial diseñado para identificar protones, partículas alfa y núcleos más pesados en el espacio.

Cada número, que representa una medición promedio de 26 días recibida por el Space Physics Data Facility de la NASA desde 1977 hasta la semana pasada, se convierte en una nota musical, creando una melodía que sigue con precisión todo el recorrido de la nave espacial.

La pieza será estrenada el día 13, aunque la Anglia Ruskin University ha publicado un extracto en youtube: https://www.youtube.com/watch?v=YHD-tRSPZ5M

Para producir la música, Domenico Vicinanza, de la Universidad Anglia Ruskin y GEANT, y Genevieve Williams, de la Universidad de Exeter, utilizaron un proceso llamado sonificación de datos para mapear las mediciones y características de vuelo a melodía, armonía y orquestación.

La sonificación se basa en mediciones provenientes de LECP que muestran los cambios dramáticos detectados primero cuando el Voyager 1 se acercó a Júpiter, luego a Saturno y finalmente cuando salió del sistema solar en 2012 y entró en el espacio interestelar, que es la región entre estrellas llena de material expulsado por la muerte de estrellas cercanas hace millones de años.

La melodía principal proviene de la sonificación del recuento de rayos cósmicos y es reproducida por los segundos violines para datos hasta 2012, y luego por flauta, piccolo y glockenspiel. El piano y los cuernos franceses duplican los violines durante los encuentros de Júpiter y Saturno, destacando el aumento y la disminución del recuento de rayos cósmicos al entrar y salir de las atmósferas de los planetas.

La transición de la heliosfera al espacio interestelar se acompaña de cambios en la orquestación y la armonía, así como un cambio en la clave de la música (tonalidad) de Do mayor a Mi bemol mayor.

Vicinanza, Director del Grupo de Investigación de Ingeniería de Sonido y Juegos (SAGE) en la Universidad Anglia Ruskin, dijo: "Nuestra partitura de orquesta está más que inspirada por una de las misiones espaciales más exitosas de todos los tiempos, está conformada completamente por el viaje increíble de Voyager 1.

"La sonificación de los datos puede jugar un papel importante para ayudar a compartir descubrimientos científicos y esperamos que al convertir 40 años de datos en música, los oyentes puedan escuchar aspectos del viaje de la Voyager 1 que tal vez no sean tan obvios al mirar gráficos de datos "