La psicóloga valenciana Amparo Calandín, la profesional más valorada este año en España por pacientes y compañeros de profesión, asegura que para algunos de los problemas que requieren atención psicológica la terapia cognitivo-conductual es "más eficaz" que muchos psicofármacos a medio y largo plazo.

Esa terapia se basa en que el problema persiste por conductas que se hacen de forma inadecuada, explica la psicóloga. Calandín asegura que las personas que acuden al psicólogo suelen sufrir algún trastorno emocional como ansiedad o depresión, o bloqueos personales por no saber qué decisión tomar frente a alguna situación familiar o emocional, mientras que aquellos con enfermedades mentales graves solo representan un 1% de los pacientes.

"Suelen venir por problemas cotidianos o trastornos mentales, pero no tanto por los denominados graves como esquizofrenia o el trastorno bipolar, que requieren una atención más especializada", asegura.

A su juicio, aunque no todo el mundo necesita la ayuda de un psicólogo, con este especialista "siempre se pueden mejorar algunas habilidades a nivel conductual o algunas formas de pensar".

Ve intrusismo en la profesión de psicólogo y se refiere concretamente a los entrenadores personales o "coaches", personas sin una carrera de Psicología ni preparación que trabajan con personas las emociones o la conducta humana.

Otro área que asegura le "preocupa" es la de las adicciones y explica que algunos centros de adicciones "prácticamente están dirigidos por exadictos ya rehabilitados, que tienen más poder en el usuario que el propio psicólogo o psiquiatra", lo que ve "peligroso".

Según Calandín, está comprobado que la terapia cognitivo-conductual es "más eficaz" que muchos psicofármacos a medio o largo plazo, "o al menos la combinación de ambos", pero ese tratamiento combinado "no es el que se está facilitando". "Facilitan el de psicofármacos de forma relativamente fácil pero la terapia sigue siendo poco accesible para todos; deben ir a nivel privado porque en la Seguridad Social te dan una visita al mes", indica la psicóloga.

Considera que la medicación es "imprescindible" en casos en los que es necesario equilibrar "neurotransmisores, hormonas y factores internos que están desequilibrados", pero en otros "solo se deben cambiar las conductas, hábitos o formas de pensar que no les ayuda a salir del bache emocional en que se encuentran".

La terapia cognitivo-conductual se basa en que el problema se mantiene por determinadas conductas que se hacen de forma inadecuada y por cogniciones, "pensamientos que tenemos que no nos ayudan a encontrarnos mejor y ver las cosas de otra manera".

"Se trata de trabajar estos dos factores mediante diversas técnicas o herramientas que permiten que la persona se vaya encontrando mejor o supere el malestar", señala.