La Comisión Europea ha premiado a la empresa Aguas de Alicante y otros socios europeos por el desarrollo de un innovador sensor que se coloca en la ducha e informa en una pantalla digital en tiempo real de los litros que se consumen y la temperatura del agua durante el baño.

Este dispositivo se conecta de forma remota al teléfono móvil para, mediante una sencilla aplicación (APP) denominada ''DAIAD'', monitorizar el consumo de agua y de energía que se emplea en la ducha (donde se llegan a usar entre 95 y 190 litros en un baño de unos 5 minutos), con el fin de favorecer un uso responsable de este recurso escaso.

El ingeniero Toni Sánchez Zaplana y el físico Iñaki Casals explicaron a Efe que este sistema ha sido probado durante un año en 120 hogares de Alicante y la Playa de San Juan, y que ha permitido una reducción media del 12% en el consumo de agua por vivienda (al caer un tercio del agua usada en la ducha) y una bajada del gasto energético del 20%.

El desarrollo de este dispositivo se ha efectuado entre marzo de 2014 y agosto de 2017 por Aguas de Alicante junto a otros centros tecnológicos alemanes, británicos, suizos y griegos (el Athena Research Center, Bamberg University, Amphiro AG, Fraunhoffer ISI y WaterWise) en el marco de un proyecto dotado con 4,3 millones de euros (3,2 aportados por Bruselas). El proyecto acaba de recibir el "Innovation Radar Prize" de la Comisión a la mejor innovación del año en la categoría de tecnología para la sociedad, que distingue los adelantos de alto potencial a favor de un consumo sostenible y responsable.

Entre el teléfono de la ducha y el cable que lo une al grifo, el sensor se coloca en un par de minutos y cuenta con un medidor del caudal y la temperatura en este lugar que, pese a las apariencias, constituye el segundo punto de consumo energético del hogar, tras la calefacción y por delante del frigorífico o el microondas. Desde el primer momento, la pantalla ofrece el volumen consumido, los grados del agua, una estimación de la energía invertida por el calentador y, además, califica la ducha con la conocida escala de los electrodomésticos: A+, A, B...

Para motivar a los más pequeños de la casa, el medidor también exhibe la imagen de un oso polar situado sobre un témpano de hielo que se va fundiendo a partir del tiempo que transcurre debajo de la ducha, de manera que si el baño se alarga más de lo razonable el oso se queda sin suelo y se ahoga.