El tercer premio del sorteo extraordinario de la lotería de El Niño, EL 23282, dotado con 250.000 euros por serie (25.000 euros al décimo), ha recaído en el número 23.282.

Una administración de lotería histórica en la Región de Murcia, como la "Virgen del Castillo" de Yecla, vendió íntegro el tercer premio, lo que supone que ha repartido 12,5 millones en premios en la localidad.

Una de las propietarias de la administración, Alicia Villaescusa González Moro, ha acudido hoy a la tienda, a pesar de que la tenía cerrada por ser festivo, para atender a los medios de comunicación y a los vecinos y curiosos que se acercaron a la calle Alfarería 8 de esta población de unos 34.000 habitantes.

Cuatro generaciones de loteros cuentan en los anales de "Virgen del Castillo", conocida por haber dado el primer premio "Gordo" de Navidad de la historia de la Comunidad de Murcia, en el año 1846.

Entonces, el dinero tuvieron que transportarlo a Yecla en carretas, recordaba hoy a EFE la nieta de aquel primer vendedor, Alicia González Moro, hoy ya jubilada, dejando el testigo a sus hijas Alicia y Alejandra, esta última de viaje "para desconectar del sorteo", confesó su madre.

El 23.282 es un número al que está abonado desde hace muchos años esta administración ubicada en pleno centro de Yecla, un municipio próspero de la comarca del Altiplano murciano muy conocido por sus vinos y especialmente por sus muebles.

Madre e hija se mostraron muy satisfechas de haber dado "esta lluvia de millones" en el pueblo y que haya sido muy repartido entre los clientes, si bien hasta el momento no sabrían precisar cuantas series han vendido ni a quien, pero sí aseguran que "será algo muy bueno para Yecla".

La madre de las actuales propietarias de la administración yeclana asegura que el número está muy repartido no sólo entre personas de avanzada edad que mantienen la tradición de adquirir un número al que están abonados, sino que sus hijos suelen heredar esta tradición y seguir comprando estos décimos, por lo que habrá edades muy dispares entre los agraciados.

A la administración se acercaron vecinos cuando se encontraba cerrada al público, pero la noticia hizo aparecer a una de sus propietarias, Alicia, para dar cara a la noticia.