El petrolero iraní Sanchi que chocó contra un carguero hongkonés en el Mar Oriental de China este sábado continúa ardiendo y mientras las autoridades chinas buscan a 31 desaparecidos, el suceso amenaza con convertirse en una catátrofe ambiental debido al vertido de petróleo al mar.

Un total de 13 barcos de rescate operan en la zona para buscar a los desaparecidos en una superficie de unas 900 millas náuticas cuadradas, después de que solo se hubiese rescatado el cuerpo sin vida de una persona, informó el Ministerio de Trasnportes en un comunicado.

Las condiciones meteorológicas son complicadas debido a la lluvia persistente en la zona y a los fuertes vientos que provocan olas de hasta cuatro metros de altura.

El buque continúa ardiendo tres días después del accidente entre el petrolero iraní registrado en Panamá y el carguero hongkonés, que tuvo lugar en el Mar Oriental de China el pasado sábado a las 20.00 hora local, a 160 millas (295 kilómetros) al este del estuario del río Yangtsé, enmarcado por la ciudad china de Shanghái, y las provincias de Jiangsu (al sur) y Zhejiang (al norte).

Los desaparecidos son miembros de la tripulación del petrolero iraní Sanchi registrado en Panamá, mientras que los 21 que viajaban en el carguero CF Crystal registrado en Hong Kong, todos de nacionalidad china, pudieron ser rescatados.

El petrolero Sanchi, propiedad de una compañía marítima de Irán, tenía 274 metros de largo y transportaba 136.000 toneladas de petróleo refinado desde Irán a Corea del Sur.

El portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores, Lu Kang, aseguró ayer que se están "intentando limpiar los residuos" de crudo y que se tratará de conseguir más información sobre la causa del accidente.

El carguero, de una compañía con sede en la provincia de Zhejiang, medía 225 metros y llevaba 64.000 toneladas de cereal desde Estados Unidos hasta la provincia de Cantón, al sur de China.