Más de 3.500 productos que aportan el 44,5% de la energía total diaria de la cesta de la compra como derivados cárnicos, lácteos, bollería y aperitivos, entre otros, verán reducidos sus azúcares, grasas y sal en torno a un 10% en tres años para favorecer la salud de los ciudadanos y prevenir enfermedades.

Esta medida se incluye en el Plan de Colaboración para la mejora de la composición de los alimentos y bebidas y otras medidas 2017-2020, promovido por el Ministerio de Sanidad junto a varios sectores de la alimentación, que presentó ayer la ministra del ramo, Dolors Montserrat.

Se trata de productos de consumo habitual de niños, jóvenes y familias cuyas reducciones de azúcar, grasas y sal irán desde el 18% al 5% -una media del 10%- y al que se han comprometido los sectores de fabricación, distribución, "catering", restauración y "vending".

En total, más de 500 empresas, que suponen casi el 100% del sector agroalimentario. El plan también abarca empresas de "catering", con lo que los menús ofrecidos en los colegios u otros lugares como hospitales serán más saludables.

Esta medida trata de reformular (mejorar) el contenido de estos nutrientes modificando alguno de sus componentes, sin que conlleve un aumento del contenido energético, manteniendo la seguridad alimentaria, sabor y textura para satisfacer a los consumidores.

Y es que en España, según señaló la vocal asesora de la estrategia NAOS, María Ángeles Dal, las cifras de obesidad y sobrepeso entre la población infantil son muy elevadas, aunque en los últimos años han disminuido tres puntos porcentuales.

El consumo diario de sal se sitúa en los 9,8 gramos por persona, por los 5 gramos que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este plan pretende que los ciudadanos se alimenten mejor.