España cuenta ya con su primera estrategia para luchar contra el tráfico ilegal de especies de animales y plantas, el tercer crimen organizado que más dinero genera a nivel mundial -mueve hasta 26.000 millones de dólares anuales- y una de las mayores amenazas para la conservación de la naturaleza.

El primer plan de acción español contra el tráfico ilegal y el furtivismo internacional de especies animales y vegetales, aprobado ayer por el Consejo de Ministros contiene un paquete de 16 actuaciones a desarrollar hasta 2020 por cuatro ministerios (Exteriores, Medio Ambiente, Economía y Hacienda), la Guardia Civil y la Fiscalía General del Estado.

Científicos y conservacionistas consultados por Efe consideraron "vital" que España cuente con una estrategia de estas características para luchar contra esta lacra para la biodiversidad y el desarrollo humano en los países pobres, ya que, por su localización geográfica, supone "el puerto entrada" a la UE de especies procedentes de África y de América.

La ONG WWF España calcula que a través de grandes puertos, como Algeciras, Valencia y Canarias, llegan a España miles de animales y plantas víctimas del tráfico de especies. Según esta organización, solo entre los años 2013 y 2014 se abrieron expedientes para 9.500 ejemplares de animales (mamíferos, aves, reptiles y peces) procedentes del tráfico ilegal y 10.000 plantas. Según señaló el portavoz de WWF en esta materia, Luis Suárez, los animales y productos derivados de los mismos procedentes del trafico ilegal más comunes en España son los reptiles cuyas pieles suelen llegar para ser vendidas a coleccionistas y talleres de marroquinería dentro y fuera del país.