Con el objetivo de que los jóvenes tutelados "se sientan seguros" en su salida del sistema de protección tutelado, que se produce cuando cumplen 18 años, la filial española de la ONG Aldeas Infantiles ha impulsado un proyecto europeo, ''Preparados para emanciparse'', cuyo objetivo es garantizarles "un exitoso proceso de emancipación e integración en la sociedad".

En una entrevista con motivo de la celebración de las primeras jornadas de formación en Madrid, la coordinadora de la iniciativa, Eva Martín Balseiro, ha señalado que el proyecto surge de la necesidad de "seguir apoyando a los jóvenes una vez que salen de la medida de protección."

"Hemos asumido una responsabilidad al acoger a estos chicos, que por determinadas circunstancias no han podido crecer dentro de su ámbito familiar, y lo que no podemos hacer es cerrarles la puerta en cuanto alcanzan la mayoría de edad", ha subrayado.

Según la entidad, son casi 44.000 los niños que viven bajo algún tipo de medida de protección en España. No obstante, una vez cumplen la mayoría de edad, la tutela desaparece, lo que conlleva que "estos jóvenes tengan que enfrentarse a un proceso de transición a la vida adulta muy diferente al del resto de sus iguales".

La coordinadora ha insistido en que los jóvenes "se sientan seguros", "que no piensen que cuando llegan a los 18 años les van a poner la maleta en la puerta y van a tener que afrontar un montón de dificultades que en un entorno normalizado no se dan".

El proyecto, cofinanciado por la Unión Europea y que se desarrollará conjuntamente en España, Croacia, Italia, Letonia y Lituania a lo largo de los dos próximos años, promueve la formación y capacitación de 400 profesionales del sector en Madrid, Barcelona, Granada y Tenerife.

Una de las bases de las sesiones formativas es la colaboración de jóvenes emancipados, como Raquel López y Zuleima Reyes, para acercar a los trabajadores sociales la realidad de los menores tutelados.

"Siempre se ha tenido muy poco en cuenta al joven en el proceso de protección, y eso se veía en la realidad, porque ese trabajo se hacía mucho más tedioso al no poder comentar nosotros cómo nos sentíamos, qué opinábamos o que queríamos hacer con nuestras vidas", ha comentado Zuleima a Efe.

En este sentido, ambas proponen que se abarque un mayor rango de edad en el sistema de protección, desde los 14 hasta los 21 años, "para que el tránsito sea mucho más ameno y los jóvenes se puedan acomodar a las nuevas situaciones".

Para Raquel, que recogió el premio Princesa de Asturias concedido a Aldeas Sociales SOS en el 2016, uno de los mayores retos de la emancipación fue el mudarse a un piso independiente sin sus hermanos.

"Yo estaba acostumbrada a vivir en una familia con mis hermanos, que no son biológicos sino del centro. Hablaba con ellos todos los días, y aunque ahora pueda hablar con ellos por teléfono, no tenga la cercanía de antes. Fue un desafío y un choque para mí", ha confesado.

Asimismo, la ONG desarrollará una serie de recomendaciones para las distintas administraciones autonómicas, de forma que "intenten homogeneizar la normativa, y que la cobertura a estos jóvenes sea lo mismo en Cataluña que en Extremadura, en Andalucía o en Madrid", según la coordinadora.

Martín ha reconocido que, por ahora, el apoyo de las comunidades autónomas "es escaso y muy dispar".

"Tenemos la comunidad que tiene una prestación más elevada, que es Cataluña, que contempla apoyo económico hasta los 21 años, pero es la excepción. Creo que es a eso a lo que tenemos que optar y esperar alcanzar a nivel de toda España", ha sentenciado.

Además del proyecto ''Preparados para emanciparse'', Aldeas Infantiles SOS mantiene los cuatro programas de Jóvenes (Tránsito a la Vida Adulta, Autonomía, Emancipación y Servicio de Empleo), con el objetivo de que ese tránsito a la vida adulta "sea lo menos frustrante o traumático posible".