La Asociación de Párkinson de Tenerife ha estimado que esta enfermedad afecta a unas 3.500 personas en la isla de Tenerife, de las cuales un 42 por ciento requieren de cuidadores de manera precoz, un porcentaje que asciende hasta el 73 por ciento a los diez años del diagnóstico.

Más del 80 por ciento de los cuidadores de estos pacientes son familiares directos, ha informado hoy la Asociación de Párkinson de Tenerife en un comunicado.

Los cuidadores deben conocer la evolución de la enfermedad ya que, en los casos avanzados, las personas con enfermedad de Parkinson requieren de unos cuidados muy específicos, informa la nota.

El jefe del servicio de Neurología del Hospital Universitario de Canarias, Francisco Javier Carrillo, ha destacado la importancia de formar a los cuidadores para que sean capaces de informar a los médicos sobre las dificultades que el paciente pueda presentar: cambios en el horario del sueño, dificultades para deglutir o alteraciones del comportamiento, entre otras.

Esta patología degenerativa se caracteriza por sus síntomas, motores y no motores, los cuales generan serias dificultades en las actividades cotidianas de las personas que lo padecen.

Conforme se agrava la enfermedad, la calidad de vida y la autonomía de las personas se ven mermadas.

Los síntomas más conocidos son los motores (el temblor, la rigidez y la lentitud) y los menos son los no motores, como los trastornos del ánimo y la conducta (apatía, depresión), o los problemas de sueño y estreñimiento, que condicionan mucho la calidad de vida de los pacientes.