Para que las aulas sean un espacio de "acoso cero" y la igualdad impere en los pupitres, miles de alumnas se han unido en los últimos meses a las plataformas y asambleas feministas que han surgido en institutos y universidades españolas y que han supuesto "un despertar de gente joven".

La mayoría de estos grupos nacieron al albur de las movilizaciones convocadas con motivo del Día de la Mujer de 2017, fecha que supuso un punto de inflexión en el movimiento feminista español, debido al gran éxito de la convocatoria, según han explicado sus coordinadoras.

Así se gestaron "Libres y Combativas", presentes en la mayor parte de España; "Acción Universitaria" o la "Asemblea Nacional de Estudantes Galegas (ANEGA)" en Galicia y la sección feminista de la "Asociación Universitaria Medusa" de la Universidad de Alcalá de Henares en Madrid, comunidad en la que también nació la "Asamblea Unitaria" de la Universidad Complutense.

Y es que casi 150 años después de una mujer pisara por primera vez la universidad española, las féminas creen que aún necesitan "un espacio de lucha propio" y "protocolos más elaborados contra la violencia machista" en los centros educativos.

Fue en el curso 1872-73 cuando el rey Amadeo I dio un permiso especial a Elena Maseras para poder matricularse en Medicina en la Universidad de Barcelona. En el período 2106-2017, de los 1.307.461 estudiantes de grado matriculados, 715.201 eran mujeres.

Desde ANEGA, Andrea Vázquez, detalla que el protocolo contra violencia machista de la Universidad de Santiago "sólo abarcaba los casos mas graves, como violencia física e insultos, pero no otros asuntos como los menosprecios".

"La sensibilidad que tenemos como mujeres y alumnas respecto a determinados comentarios de profesores es distinta de la de nuestros compañeros, que no se implican tanto en corregir esas actuaciones", recalca Vázquez, al explicar uno de los motivos que propició la creación de la Asemblea.

Además, "la necesidad de visibilizar la brecha salarial, el feminicidio o los efectos de la crisis económica en la mujer" originó la aparición de "comisiones de feminismo" en el seno del sindicato estudiantil "Acción Universitaria" en A Coruña, Vigo y también en Santiago, según Yaiza Martínez Juncal.

Martínez también destaca la importancia de "combatir la educación sexista" como primer paso para evitar otros problemas "en la madurez".

Cree que en los últimos meses ha habido "un cambio abismal en las mujeres", que se han interesado mucho en las reivindicaciones feministas y ha asegurado que "hay una evolución y participación maravillosa en el rango de los 12 a los 30".

Una opinión que comparte Lucía Fernández García, de la Plataforma "Libres y Combativas" del Instituto Doña Jimena de Gijón, que no duda en asegurar que "ha habido un despertar de gente joven", al tiempo que destaca el papel de sus compañeros, porque "aunque la lucha la llevamos nosotros, ellos se involucran apoyándonos y colaborando con todo lo que podamos necesitar".

En el marco de esta participación masculina y para que la huelga del 8M "sea un éxito" en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid los hombres cocinarán para las alumnas "para que también puedan secundar el paro de no consumo" y se encargarán de limpiar las aulas, tras el encierro convocado para la madrugada del Día de la Mujer.

Así lo anuncia Julia Santos Cribeiro, que destaca la importancia de las "asambleas estudiantiles para que el feminismo se transversalice" y porque "pueden dar una respuesta muy rápida".

En el campus de Alcalá de Henares, la sección feminista que nació en la Asociación Universitaria "Medusa" quiere también dar visibilidad a la mujer en el campo de la ciencia, para que sea ve que también ha referentes femeninos", como explica Marta Gómez.

Con la "Plataforma Libres y Combativas" de la Pompeu Fabra de Barcelona se pretende también sensibilizar sobre "casos como el de Juan Ribas o las manadas", según Coral Latorre, que asegura que "el feminismo es una de las formas que tienen los jóvenes de despertar a la política", mientras expresa su entusiasmo por la "gran sensibilización y porque la huelga se está convocando sola".

"No es un feminismo vacío, es muy combativo", asegura Alba Moreno, implicada en "Libres y Combativas" de la Universidad Pablo Olavide de Sevilla, que, tras destacar la lucha del colectivo contra las "agresiones machistas, la violencia en el hogar y la impunidad con los maltratadores y los violadores", recuerda también su apoyo al colectivo LGTBI.

En este terreno, explica que el trabajo se dirige contra el acoso escolar y las agresiones que sufren las personas de este colectivo y destaca "la gran acogida" de las charlas que "compañeras transexuales están dando en los institutos de Málaga.

"De lo que se trata es de combatir la opresión machista que vivimos en muchos ámbitos", recalca Moreno.