Juan Diego Amador es uno de los alpinistas más conocidos de Canarias. Pero también es guía de senderismo y funcionario del Gobierno autónomo; una administración en la que ha desarrollado un plan formativo para preparar a aquellos jóvenes que quieren ejercer esa labor de una manera adecuada.

Durante su intervención en las recientes "Jornadas de Riesgo y Prevención en Montaña: Coordinación en los equipos de rescate", Amador hizo la siguiente definición: "un guía de montaña es un profesional que realiza trabajos de conducción de un individuo o grupo; realiza tareas de enseñanza y entrenamiento deportivo, y que gestiona el riesgo de las actividades efectuadas en el medio natural, aportando seguridad al conjunto de los integrantes del colectivo". El aventurero tinerfeño explicó cómo ha sido la implantación de la titulación del Guía de Montaña en Canarias, que obedece a una ley de ámbito nacional, y que está dirigida a los profesionales del turismo activo; un segmento que se promociona por diferentes administraciones públicas.

Amador recuerda que, actualmente, en el instituto de enseñanza secundaria de Geneto se imparte el título de Técnico deportivo de Media Montaña, la única titulación nacional que habilita para ejercer como guía de senderismo.

Indica que hay un número determinado de accidentes en el Archipiélago que "estarían vinculados a liderar grupos, con ánimo de lucro o no (pero con la misma responsabilidad), sin tener las competencias adecuadas".

Comenta que contra dicha práctica trabaja la Asociación Nacional y el Ejecutivo autónomo, con el objetivo de que el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil actúe contra los intrusos.

Según Juan Diego Amador, hay que luchar contra un problema "que genera muertes" en Canarias.

Relata que, obviamente, se producen más irregularidades donde más trabajo existe, es decir, en la actividad turística. Apunta que el intrusismo puede existir entre parte de las personas que guían a turistas por parajes como el Teide o el barranco de Masca, por ejemplo.

De hecho, advierte de que "hay grupos que ya vienen con guías desde sus países de origen", como puede ser el caso de algunos ingleses o alemanes. Sobre dichas personas explica que conocen el idioma de los turistas, pero no poseen la cualificación técnica y carecen de preparación para coordinarse de forma adecuada con los equipos de rescate si existiera algún accidente.