Un equipo internacional liderado por investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y la Universidad de La Laguna (ULL) catalogó alrededor de 200 oscilaciones de las protuberancias solares durante la primera mitad de 2014. Su elaboración fue posible gracias a la red de telescopios GONG, de la que uno de ellos está emplazado en el Observatorio del Teide. Desde el IAC, señalan que las protuberancias solares se ven como filamentos oscuros que pueblan el disco o como lenguas de plasma incandescente que se levantan por encima de esta.

Las protuberancias solares son estructuras de plasma muy densas que levitan en la atmósfera solar y se piensa que el campo magnético de esta estrella es el que las aguanta para que no caigan en la superficie por su propio peso. Estas estructuras magnéticas pueden acumular una gran cantidad de energía que, cuando se libera, produce erupciones que lanzan el material de las protuberancias al medio interplanetario.

El equipo está liderado por científicos de la ULL y el Instituto de Astrofísica (IAC)

Este análisis, que se publica hoy en The Astrophysical Journal Supplement Series, sirve para comprobar que casi la mitad de estos eventos fue de gran amplitud, es decir, oscilaciones con velocidades de entre 10 km/s (36000 km/h) y 100 km/s. También se pudo comprobar que son más comunes de lo que se pensaba. El proyecto forma parte de una colaboración internacional que comenzó en 2015 a través del International Space Science Institute (ISSI) y también del proyecto de la NASA para el estudio de este tipo de oscilaciones.

Se halló una gran variedad de eventos y se determinó que, en muchos casos, las oscilaciones son producidas por fulguraciones cercanas, es decir, por la liberación repentina de energía en la atmósfera solar.