Dos nuevos sistemas planetarios, uno de ellos con tres planetas del tamaño de la Tierra, han sido confirmados por científicos españoles a partir de datos de la misión K2 del satélite Kepler.

El trabajo, que se publicará en la revista ''Monthly Notices of the Royal Astronomical Society (MNRAS)'', revela la existencia de dos nuevos sistemas planetarios mediante la detección de los eclipses que producen en la luz que recibimos de sus respectivas estrellas.

El equipo responsable del hallazgo ha sido liderado conjuntamente por Javier de Cos, de la Universidad de Oviedo, y Rafael Rebolo, del Instituto de Astrofísica de Canarias.

El primer sistema exoplanetario se encuentra en la estrella K2-239, caracterizada por estos investigadores como una enana roja de tipo M3V a partir de observaciones realizadas con el Gran Telescopio Canarias, en el Observatorio del Roque de los Muchachos (La Palma, Garafía). Está situada en la constelación del Sextante a 50 parsecs del Sol (unos 160 años luz). Alberga un sistema compacto de al menos tres planetas rocosos de tamaño similar a la Tierra (1.1, 1.0 y 1.1 radios terrestres) que orbitan la estrella cada 5.2, 7.8 y 10.1 días, respectivamente, informa el IAC.

La otra estrella enana roja denominada K2-240 posee dos planetas de tipo súper-Tierra de aproximadamente el doble del tamaño de nuestro planeta. A pesar de que la temperatura atmosférica de las estrellas enanas rojas, en torno a las que giran estos planetas, es de 3.450 y 3.800 K respectivamente, casi la mitad de la temperatura de nuestro Sol, los investigadores estiman que todos los planetas descubiertos tendrán temperaturas superficiales decenas de grados más elevadas que las del planeta Tierra debido a la fuerte radiación que reciben en órbitas tan cercanas a sus estrellas.

Futuras campañas de observación con el nuevo telescopio espacial James Webb permitirán caracterizar la composición de las atmósferas de los planetas descubiertos. Observaciones espectroscópicas con el instrumento ESPRESSO, instalado en el Very Large Telescope (VLT), del Observatorio Europeo Austral (ESO), o bien con futuros espectrógrafos en el GTC o en nuevas instalaciones astronómicas, como el ELT o el TMT, serán clave para determinar las masas, densidades y propiedades físicas de estos planetas.