Un equipo internacional de investigación, que incluye científicos del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana, la Universidad de Tübingen, ambos en Alemania; la Escuela Nacional de Antropología e Historia de la Ciudad de México y la Universidad de Zurich, en Suiza, ha recuperado los primeros genomas históricos de la bacteria ''Treponema pallidum'', que causa la sífilis.

Anteriormente, no se creía posible recuperar ADN de esta bacteria a partir de muestras antiguas, por lo que el éxito de este estudio abre la posibilidad de analizar directamente la evolución y el origen de esta enfermedad reemergente. En el trabajo, publicado en ''PLOS Neglected Tropical Diseases'', los autores pudieron distinguir genéticamente entre las subespecies de la enfermedad que causan la sífilis y que causan la frambesia.

Aunque las enfermedades causan diferentes efectos en las personas vivas, no se distinguen fácilmente en los restos esqueléticos, que anteriormente habían obstaculizado el estudio de la enfermedad. ''Treponema pallidum'' es una bacteria que afecta a los humanos en todo el mundo y causa, entre otras enfermedades, sífilis y frambesia.

En particular, la sífilis de transmisión sexual se considera una enfermedad infecciosa reemergente, con millones de nuevas infecciones anuales. A pesar de su importancia histórica, la evolución y el origen de la sífilis y otras patologías treponémicas no se conocen bien. Una pandemia de sífilis del siglo XV en Europa ha llevado a un debate sobre si la enfermedad se originó en el Nuevo Mundo o en el Viejo Mundo. Debido a que las diferentes enfermedades treponémicas dejan signos similares en los restos esqueléticos, antes no era posible examinar definitivamente los casos de sífilis en el pasado.

En el estudio actual, los científicos examinaron a cinco individuos cuyos restos fueron recuperados del antiguo Convento de Santa Isabel, un sitio histórico ubicado en el centro de la ciudad de México utilizado por monjas de la orden franciscana desde 1681 hasta 1861. Se seleccionaron los restos en base a las características esqueléticas que sugirieron que era una enfermedad de ''Treponema''.

Tres de los individuos dieron positivo para ADN treponémico. Al igual que el 90 por ciento de los individuos del cementerio, los tres individuos eran bebés, uno probablemente nacido antes de término. Todos fueron enterrados en la época colonial, hace alrededor de 350 años.

Se recuperaron genomas completos de ''T. Pallidum'' de los tres individuos y los científicos pudieron determinar que dos de los individuos portaban la subespecie ''T. pallidum ssp pallidum'' (que causa la sífilis) y ''T. pallidum ssp. Pertenue'' (que causa pian).

La distinción entre frambesia y sífilis no era discernible solo a partir de la evidencia morfológica. Los hallazgos del investigador muestran que ambas subespecies reconstruidas de ''T. Pallidum'' pueden presentar síntomas similares, pero pueden diferenciarse genéticamente en muestras antiguas.

"Nuestro trabajo demuestra el valor de la identificación molecular de patógenos antiguos, particularmente cuando se aplica a enfermedades treponémicas donde a menudo se comparten respuestas esqueléticas a varias subespecies patógenas, desafiando el desarrollo de un diagnóstico seguro a través de la observación osteológica", explica la primera autora del estudio, Verena Schuenemann, de la Universidad de Zurich, en Suiza.

LOS ORÍGENES DE LA SÍFILIS

La investigación comienza a arrojar luz sobre la historia evolutiva de la enfermedad. Algunos investigadores han planteado la hipótesis de que la sífilis era una enfermedad del Nuevo Mundo que se introdujo en Europa durante la época colonial y otros sugieren que ya estaba muy extendida en las poblaciones humanas antes de la pandemia del siglo XV. Los hallazgos actuales complican las hipótesis.

"Investigaciones anteriores que encontraron la presencia de ''T. pallidum ssp. pertenue'' en monos del viejo mundo, y nuestro hallazgo de que dos subespecies de ''T. Pallidum'' probablemente causaron manifestaciones esqueléticas similares en el pasado puede sugerir una historia evolutiva más compleja de ''T. Pallidum'' que la que previamente se ha asumido", afirma el coautor Alexander Herbig, del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana.

Esta primera reconstrucción de los genomas de ''T. Pallidum'' a partir de material arqueológico abre la posibilidad de estudiar su historia evolutiva a una resolución que previamente se suponía fuera de alcance. "La investigación adicional de muestras antiguas adicionales de todo el mundo ayudará a refinar nuestra comprensión de esta enfermedad ", señala Johannes Krause, también del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana y coautor.