Cada año se registra un número relevante de personas heridas o muertas en las carreteras. Más allá de las cifras oficiales y las imágenes impactantes en los medios de comunicación, quedan personas lesionadas o familiares de los fallecidos, que tienen derechos y, con frecuencia, necesitan ayuda, tanto desde el punto de vista físico, como emocional o económico. Para cubrir esa demanda, en diciembre del año pasado se creó oficialmente la Asociación Canaria de Perjudicados y Víctimas de Accidentes (Acapeva) en Santa Cruz de Tenerife.

Su presidenta es la abogada Valeria Barrera, que explica que el colectivo surge de los propios afectados, "porque, cuando se sufre un accidente, estamos totalmente desamparados".

Barrera aclara que muchos ciudadanos, tanto si son víctimas (afectados directos) o perjudicados (familiares de fallecidos o heridos muy graves), no saben qué hacer ni dónde acudir". Incide en que dichos ciudadanos se encuentran con el "problema" de algunas compañías aseguradoras, "para quienes estos hombres y mujeres son un coste, a quienes tienen que abonar una rehabilitación, pruebas o una indemnización".

Esta letrada señala que, cuando se está en Urgencias de un hospital, a las víctimas se les entrega un papel para que lo rellenen con datos de su aseguradora o el número de póliza; es todo muy frío". Para paliar esas situaciones, Acapeva estudia la posibilidad de tener asistencia en los centros hospitalarios para ayudar a los afectados.

Por ese motivo, la organización, que actualmente está integrada por unos 40 miembros, demanda mayor implicación de las diferentes administraciones públicas, desde la Dirección General de Tráfico hasta los ayuntamientos con mayor población, pasando por cabildos o el Gobierno canario.

En opinión de Barrera, las instituciones inciden mucho en la prevención de los accidentes, que considera muy importante y necesaria. Sin embargo, echa en falta mayor información sobre las circunstancias a las que deben enfrentarse las víctimas y perjudicados una vez que se registra un siniestro grave. Comenta que, por ejemplo, después de un largo periodo de dos años de rehabilitación por una lesión, un trabajador puede perder su empleo, porque ya su empresa no está obligada por ley a mantenerle su puesto. Y puede darse la circunstancia que dicho hombre o mujer sea el principal sustento económico de su familia, según Barrera.

Apunta que con Acapeva colaboran actualmente centros de rehabilitación, peritos médicos y un despacho de abogados, que presta asistencia jurídica o laboral.

Pero advierte de que, para determinadas intervenciones, sí hace falta apoyo económico y la ayuda de las diferentes administraciones públicas.

Representantes del colectivo Acapeva ya han mantenido reuniones con la concejal de Seguridad Ciudadana, Vial y Movilidad de Santa Cruz de Tenerife, Zaida González; su homólogo en La Laguna, Jonathan Domínguez, y el jefe provincial de Tráfico, Pablo Calvo. La Asociación divide su acción en tres fases. La primera es la prevención, mediante la organización de charlas, jornadas o actividades diversas en la calle. La segunda se centra en el apoyo a los afectados después de que se produce el accidente, mediante la asistencia psicológica, médica, jurídica y laboral, de forma altruista. Y la tercera etapa es el seguimiento personalizado. Barrera señala que las víctimas o perjudicados pueden seguir colaborando con el colectivo una vez que hayan superado los primeros meses o años tras el suceso. Un ejemplo de la realidad que pretende mostrar Acapeva es relativamente reciente. En septiembre del año pasado, dos hombres fallecieron después de que la furgoneta en la que regresaban de trabajar fuera arrollada por un camión en la autopista del Sur, muy cerca de los túneles de Güímar. La madre de uno de ellos desconocía que, tras esa tragedia familiar, tenía derecho a seis meses de asistencia psicológica gratuita. Ella no lo sabía y nadie se lo dijo. Según Barrera, hasta ahora no había una asociación que funcione en ese ámbito y el objetivo de esta organización es cambiar la idea de que "somos un número de referencia de siniestro". Esta abogada dice que "también queremos que se endurezcan las penas por accidentes de tráfico; a la gente le duele el bolsillo, pero no se conciencia, por ejemplo, de los daños que pueden ocasionar a terceros, puesto que llevan un arma en sus manos". En este sentido, recuerda que, "bien sea por distracciones, falta de empatía hacia los demás u otra causa, un conductor puede truncar la vida de otra persona o la suya propia". Acapeva ya empieza a tener una agenda de actividades. En septiembre, gracias a la Sociedad de Desarrollo de Santa Cruz de Tenerife, participará en la Semana de la Movilidad, que tendrá lugar entre los días 16 y 22 en el barrio de El Sobradillo de la capital tinerfeña. En las jornadas 27 y 28 de ese mismo mes, la organización ofrecerá charlas en colegios del municipio de Santa Úrsula. Y esa misma labor se llevará a cabo en Tegueste.