Dos casos de encefalopatía espongiforme bovina, también conocida como el mal de las vacas locas, han sido detectados en el norte de Mongolia, según informó en un comunicado el Gobierno de ese país.

El Ministerio de Agricultura del país identificó los dos casos el lunes en Orkhon en la provincia septentrional de Darkhan-Uul, después de analizar a varios animales enfermos.

El Gobierno ha informado que los dos animales afectados han sido sacrificados y desinfectados para evitar la propagación de la enfermedad.

El ministro de Agricultura y Alimentación, Batjargal Batzorig, ha dado instrucciones a funcionarios y técnicos para que tomen las medidas necesarias para evitar que la enfermedad se propague.

También se ha pedido a los ganaderos que extremen las precauciones ante la posible presencia de perros salvajes, lobos o zorros en las inmediaciones de sus rebaños.

La ganadería es uno de los ejes de la economía de Mongolia, que busca multiplicar sus exportaciones de productos animales a corto plazo a países como China o Rusia a fin de reducir su dependencia de los ingresos de las explotaciones mineras.

Dentro de este contexto, un equipo de médicos y especialistas del Centro de Investigación de Enfermedades del país ha realizado un análisis de los productos cárnicos de 67 empresas a fin de asegurar que no hay carne o restos de animales enfermos en la cadena alimentaria.

La enfermedad de las vacas locas afecta a los animales adultos y se manifiesta con una sintomatología nerviosa que es progresiva hasta provocar la muerte en áreas del cerebro y finalmente, la del animal.