Varios activistas criticaron hoy la "insostenibilidad" de los biocombustibles en una protesta frente a la sede de Naciones Unidas en Bangkok donde se celebra una conferencia internacional sobre el cambio climático.

"Defendamos nuestros derechos a la comida, la tierra y el agua", decía una de las pancartas sostenidas por una treintena de manifestantes de países como Filipinas, Nepal o Kenia agrupados bajo la Campaña Global para Demandar Justicia Social (DCJ).

En una rueda de prensa en la sede de la ONU, representantes de diferentes ONG agrupadas bajo DCJ instaron a las delegaciones en Bangkok a priorizar la defensa de los derechos humanos de las comunidades, así como la protección de los agricultores y los indígenas.

"Los biocombustibles han sido promovidos como una alternativa verde al petróleo, pero lo que realmente hacen es provocar la confiscación de tierras, inseguridad alimentaria y deforestación", indicó Teresa Anderson, de ActionAid.

Wanun Permpibul, de Climate Watch Thailand, afirmó que en el Sudeste Asiático los agricultores están siendo incentivados a sustituir sus cultivos de arroz y alimentos por plantaciones de aceite de palma para biocombustible.

"(El aceite de palma) es una amenaza para la sostenibilidad alimentaria y no promueve la biodiversidad", subrayó Wanun.

Los activistas denunciaron que el cambio climático está provocando alteraciones meteorológicas que perjudican a los agricultores con inundaciones o a los pescadores con cambios de corrientes marinas y migraciones de peces.

Ian Rivera, del Movimiento para la Justicia Climática de Filipinas (PMCJ), instó a los estados a defender la seguridad alimentaria del pueblo y a dejar de confiscar tierras de cultivo para darles otros usos.

Más de 1.400 delegados de 182 países y la Unión Europea, 568 participantes de ONG y diferentes agencias asisten a la conferencia de Bangkok que concluirá el domingo y en la que buscan consensuar un marco de directrices y reglas para su aprobación final en la Cumbre del Clima (COP 24) que se celebrará en Katowice (Polonia) en diciembre.

Estas directrices deberán concretar los objetivos del Acuerdo de París (2015), que busca que la temperatura no suba por encima de 2 o preferiblemente 1,5 grados centígrados respecto de los niveles preindustriales, entre otros fines.

En un comunicado, la Red para la Acción Climática, una plataforma de expertos y ONG, afirmó que para alcanzar el objetivo de los 1,5 grados es necesario bajar a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 y reducirlas a cero entre 2040 y 2055.

Los objetivos de reducción de las emisiones y la financiación de los países desarrollados hacia los menos desarrollados para mitigar los efectos del calentamiento global son algunos de los asuntos más debatidos en las reuniones.