La inteligencia artificial ha crecido en los últimos años muy rápidamente. Los grandes avances de estos sistemas, que han basado su éxito en las redes neuronales y el aprendizaje profundo ("deep learning") han llevado a muchos analistas a lanzarse a la piscina y asegurar que en pocos años - una de los últimas noticias lo fecha en 2025 - se perderán hasta el 50% de los puestos de trabajo del mundo.

Estas cifras sin duda "preocupan", como sostuvo durante la noche de ayer el historiador de la Ciencia, José Manuel Sánchez Ron, quien puso sobre la mesa el debate. Ramón López de Mántaras Badías, uno de los investigadores pioneros en inteligencia artificial en España, quien lo acompañaba durante el Foro Enciende el Cosmos organizado por la Fundación CajaCanarias, entendió que el peligro no es tanto.

De hecho, afirmó que esa situación tardará en acaecer, e incluso, mostró sus dudas de que llegue a ocurrir en los porcentajes que se barajan. "Hay que matizar, no se van a perder puestos de trabajo íntegros, sino algunas tareas que se desarrollan en los mismos", afirmó López de Mántaras Badías.

Las tareas más rutinarias y que no requieren destreza tienen la mayor predisposición de acabar siendo realizadas por una máquina inteligente. "Quizás los puestos de abogados jóvenes cuyo primer trabajo suele basarse en la búsqueda de información, sean los más susceptibles", insistió el investigador, que amplió a los trabajos de administración más rutinarios este fenómeno.

Así, se "salvarían" de esta revolución robótica aquellos empleos que requirieran una alta exigencia intelectual y aquellos que, aunque no necesitaran ejercitar tanto el cerebro, precisaran de mucha destreza: como los puestos de camarero.

"Habrá una sección de la sociedad que durante un tiempo lo pasará realmente mal", prosiguió haciendo referencia a los trabajadores más mayores que, cuando llegue el momento, sean susceptibles de ser despedidos y no tengan conocimientos de otro tipo. El historiador entonces recordó la Revolución Industrial, ya que también tuvo como consecuencia un cambio de paradigma en la sociedad que acabó con la eliminación de muchos puestos de trabajo. Sin embargo, Sánchez Ron recalcó que "la historia no se repite, solo te muestra relaciones causales entre sucesos".

En cualquier caso, para evitar que nos pille el toro, hay "tres soluciones: estudiar, estudiar y estudiar", insistió López de Mántaras Badías. Esa formación permanente será la herramienta más eficaz para que toda la población pueda tener una adaptación correcta a este "nuevo" mundo.

Durante el debate, ambos expertos debatieron sobre la alianza de la inteligencia artificial y los macrodatos. Una combinación utilizada en empresas como Amazon para poder elegir cuál es la mejor publicidad que puede mostrarle a una persona dependiendo de varios parámetros, entre ellos las páginas que visita.

Sánchez Ron aludió a unas palabras del divulgador Yuval Harari en uno de sus libros titulado ''21 lecciones para el siglo XXI'', "algo que nos hace tan humanos como el drama de tomar decisiones, va a desaparecer". Ya lo está haciendo con aplicaciones que, basándose en algoritmos nos recomiendan nuestra pareja ideal o qué camino tomar, en el caso de Google Maps. ¿Qué pasará cuando también nos diga qué estudiar o dónde trabajar?

López de Mántaras, a pesar de no comulgar con muchas de las ideas de Harari en este libro, admitió que "la delegación de la toma de decisiones es nefasta", así como el "exceso de confianza en la máquina en general". Por esta razón, concluyó que "tenemos que estudiar con mucho sentido común para qué nos conviene hacerlo y para qué no".

José Manuel Sánchez Ron

catedrático en historia de la ciencia

Ramón López

de Mántaras

experto en inteligencia artificial