El fiscal general de Canarias, Vicente Garrido, entregó ayer la Memoria de la Fiscalía del año 2017 a la presidenta del Parlamento autonómico, Carolina Darias. Dicho trámite da comienzo al proceso para la comparecencia ante la Comisión de Presidencia y Justicia, donde se debatirán los aspectos más relevantes del documento. Garrido manifestó que, de forma global, se aprecia una estabilización en la incoación de procedimientos en el Archipiélago. Desde el punto de vista cuantitativo, durante el pasado ejercicio apenas se abrieron un millar de causas más que en 2016, en un contexto de 140.000, lo que fue calificado por el propio Garrido como una cifra "insignificante".

En palabras de dicha autoridad, en ambas provincias siguen destacando los delitos contra la propiedad (hurtos, robos con fuerza, robos con violencia e intimidación), los de seguridad vial y aquellos vinculados a la violencia de género.

Según el resumen efectuado por el fiscal general de Canarias, están aumentando los casos de acoso escolar y los delitos contra la libertad sexual entre menores de edad, principalmente los abusos. Las secciones de Menores de Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas también aprecian un incremento de los episodios de amenazas entre adolescentes a través de las redes sociales.

Vicente Garrido explicó que en la Memoria de la Fiscalía de Las Palmas se indica que, en casos de acoso escolar, se aprecia "falta de acción" por parte de las comunidades educativas. No obstante, el fiscal general matizó ayer ante los medios de comunicación que, a día de hoy, en los centros se realiza una intensa labor de mediación para frenar tales fenómenos.

Dijo que, por ahora, no se prevé un aumento del personal de Secretaría en las dos fiscalías del Archipiélago, "que lleva estancado desde hace más de 10 años". Garrido reconoció que "es verdad que" esa situación se intenta paliar con trabajadores "de refuerzo", que es una medida excepcional. Por eso el fiscal general de Canarias deseó que ese personal de refuerzo se convierta en un aumento de la plantilla. No obstante, si así ocurriera, "es, a todas luces, insuficiente", matizó.

En cuanto al número de fiscales, comentó que, hasta hace apenas cinco años, las plantillas estaban muy estabilizadas en ambas provincias.

Sin embargo, esa situación ha cambiado con el incremento del trabajo por nuevas competencias, la mayor actividad y el aumento de los órganos judiciales. Confirmó que ahora hay "una carencia importante" de representantes del Ministerio Público, aunque sin concretar el número.

No obstante, dijo que los fiscales actuales tienen que multiplicar su trabajo "por dos y por tres".

Esa circunstancia provoca que los que están no puedan acudir a todos los actos judiciales si estos no tienen carácter trascendental, "porque nos coinciden con juicios penales, civiles, con menores implicados o de contencioso-administrativo".

Garrido indicó que, a medida que pase el tiempo, las carencias serán más evidentes.