Un consolador conectado al móvil no solo recoge la "frecuencia o intensidad" de uso sino que "puede ofrecer a terceros información de tu vida privada", alerta Steve Purser, jefe de operaciones de la Agencia Europea de Seguridad de las Redes y la Información (ENISA), que pide "sentido común electrónico".

"La lección que hay que aprender es que fundamentalmente tenemos que cambiar nuestra manera de lidiar con todos los aparatos conectados a internet si queremos proteger nuestra privacidad", advirtió Purser, en una entrevista con Efe en la sede de Europol, en La Haya.

Se calcula que para 2020 habrá un mínimo de 20.000 millones de aparatos conectados a la red, desde tabletas, teléfonos, la cerradura de casa, el termostato, la televisión, o el controvertido ejemplo que señaló Purser, los juguetes eróticos que se pueden controlar desde el teléfono móvil y que mantienen la cuenta del tiempo de uso.

Se calcula que para 2020 habrá un mínimo de 20.000 millones de artilugio con conexión

Todas las soluciones de seguridad para este tipo de aparatos tienen en cuenta a tres componentes: la gente, el proceso y la tecnología.

"Creo que hacemos lo que podemos para proteger al usuario, pero el proceso (de adaptación y actualización del nivel de seguridad del sistema) se convertirá en un punto importante y el comportamiento de la gente lo será aún más", aseguró el funcionario de la ENISA sobre el internet de las cosas.

El mensaje que hay que transmitir, afirmó, es que "nos estamos moviendo en un nuevo mundo y esto requiere "nuevas técnicas" de manejo, entre ellas que la gente sea consciente de los peligros, que adapte su comportamiento a la nueva situación, y que se pongan en marcha procesos que garanticen que la gente elija las opciones seguras.