Las supernovas son fábricas de polvo que emiten al medio interestelar y se pensaba que era destruido por las ondas de choque pero en un estudio en el que participan investigadores de varios países se sugiere que grandes huellas de ese polvo enriquecen el medio interestelar.

En el estudio participan investigadores de la Academia de Ciencias de la República Checa, del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica de México y del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), informó hoy el IAC.

Con este estudio, que forma parte del proyecto de movilidad de personal investigador Erasmus +, los investigadores demuestran que las supernovas pueden dejar grandes huellas de polvo en sus entornos y proponen un modelo que explica cómo pueden contener tanto polvo las galaxias del Universo temprano.

El IAC señala que los resultados han sido publicados en la revista "The Astrophysical Journal" y se han obtenido realizando simulaciones hidrodinámicas con el superordenador Salomon de la República Checa, uno de los más potentes del mundo.

Las simulaciones incorporan un mecanismo no considerado hasta ahora, para generar parte del polvo que se ve en las galaxias, y que puede haberse producido en episodios violentos de formación de estrellas, explica Sergio Martínez González, investigador de la Academia de Ciencia de la República Checa y que ha liderado la investigación.

Casiana Muñoz-Tuñón, coautora del artículo e investigadora del IAC y la Universidad de La Laguna, indica que explorar esa posibilidad fue particularmente interesante ya que, incluso las galaxias del Universo temprano muestran evidencias de estar muy enriquecidas con polvo en un momento en que otras fuentes, como las estrellas viejas, aún no han comenzado a producirlo.

Sergio Martínez González enfocó su estudio a la simulación de grandes cúmulos de estrellas jóvenes, donde pueden ocurrir cientos o miles de explosiones de supernova en un espacio relativamente pequeño (un par de decenas de años luz).

A pesar de que ocurren en una escala diferente y son producidos por un mecanismo distinto, cuenta Martínez González, los restos de supernova en cúmulos de estrellas jóvenes se expanden y depositan polvo en el medio interestelar de manera similar a como se piensa que lo hacen las nubes con forma de seta que producen los supervolcanes en la Tierra, capaces de cubrir con piroclastos y ceniza volcánica regiones del tamaño de continentes.